Ya
estamos. Si antes fueron los proetarras del guiñol, los titiriteros del “Gora AlkaETA”, les llegó el turno a la
homofobia y al antisemitismo, ahora, en el madrileño barrio de Lavapiés. Para finalizar las fiestas,
no se les ocurre más que -esa es otra, que hay que saber a quién- pinchar un
disco del grupo mejicano “Molotov”,
cuya “mayor gracia y genialidad” es su estribillo, en el que se pide dar “matarile
al maricón”. ¡Velahí! Que nos diga laSeñáManuela
por qué contrata el su ayuntamiento a gente con tan mala baba o por qué tiene
ella concejales tan malévolos o, lo que tampoco es nada bueno, tan ignorantes.
O por qué los consejeros de estos -que cobran una buena pasta- son tan malos,
en todos los sentidos.