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domingo, 24 de enero de 2021

Los otros sinvergüenzas

En este caso, los sinvergüenzas, de mierda, como los negacionistas, vienen a contagiarnos a los demás. Son los que se saltan todo a la torera: los de los botellones, los de las fiestas masivas, los que se quitan las mascarillas por la calle porque se les viene en gana o los que aprovechan para fumar o comer entre la gente. Son los malos. Y ellos dirán de ellos mismos que es pura estigmatización. Y no es eso, son ellos los que son así. A todos ellos habría que organizarles unas visitas guiadas a las unidades de intensivos, para que vieran la realidad del coronavirus; algunos, hasta se llevarían una sorpresa por encontrarse allí con algún familiar o amigo ingresados. ¡A ver si lo pillan estos mastuerzos!

Entre que a ellos se la suda todo, y a la policía que se siente, queremos creer, impotente, les debemos un buen número de contagiados; bueno, muchos, porque después de delinquir, se van con la música a otra parte y se llevan el virus con ellos para, a su vez, contagiar a familiares y amigos. ¡Cuántos se habrán contaminado por estos miserables de mierda! ¡Cuántos se habrán muerto a causa del contagio del virus por estos asesinos en potencia de mierda! Pero, se ve que les da igual. Son parte ya de los malos, se han acostumbrado a ser parte de la delincuencia, en muchos casos asesina, a los que les interesa más un rato de jolgorio que la vida de sus propios allegados. ¡Luego llorarán! ¡Muchos ya han llorado!

No les diga usted nada, que hasta son capaces de reírse en su cara, cuando no de arrearles un mamporro. Así nos va. Más de diez comunidades autónomas en estado crítico de contagiados, de ingresados en las UCIs y cada día unos cientos más ya enterrados. Pero, a estos sinvergüenzas les da igual. Les encanta delinquir, saltarse las normas. Les pone, como ellos mismos declaran, jugar corriendo delante de la policía y, si a mal no viene, enfrentarse a los agentes o tirarles piedras. ¡Son así estos sinvergüenzas, así se divierten! Mientras, muchos ciudadanos se debaten entre la vida y la muerte y algunos, desgraciadamente, ya no lo pueden contar.

Y la situación no tiene visos de mejorar. ¡En dónde se ha metido el impresentable elEnterrador Simón! El que no hace una semana aseguraba que de la cepa inglesa del virus ni preocuparse, que sería algo marginal, y, ya ven, contagiados tenemos ni se sabe. Lo mismo dijo del "virus chino", que si acaso tendríamos algún contagiado, y el resultado son ochenta mil muertos -¡que se dice bien!- y más de dos millones y medio de contagiados. Ya veremos, además, lo que nos trae la variante de la cepa brasileña y la de Sudáfrica. Nos estamos convirtiendo en uno de los países del mundo con mayor índice acumulado, sobrepasando de largo  los ochocientos casos por cada cien mil habitantes. En fin.

Mientras tanto, el Gobierno socialcomunista con elPrepotente Sánchez, el candidato de laPesoé a la Generalidad catalana, y todavía ministro de Sanidad, Illa, y el mamporrero de ambos, elEnterrador, impidiendo a las comunidades autónomas tomar medidas más drásticas para poder parar una pandemia descontrolada. De cogobernanza, nada. Aquí se hace lo que diga elPrepotente Sánchez y que carguen con las consecuencias los ciudadanos y las comunidades autónomas con la responsabilidad.

Está más interesado Sánchez en la preparación de las elecciones catalanas que por el incesante número de contagiados a causa del virus y el suma y sigue en el número de fallecidos. Está más preocupado por poner en la calle a los delincuentes golpistas catalanes y acercar a sus domicilios a los sanguinarios etarras de la banda terrorista ETA y, sobre todo, en jodernos a todos elevando los impuestos de todos los productos básicos en los que lo puede hacer. Le da igual que los laboratorios se retrasen en la entrega de vacunas y el ritmo desacelerado de vacunación de los ciudadanos de este país.