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¡Jartitos nos tienen ya de las elecciones catalanas! ¡Como si no hubiera nada más importante en este país! Cierto es que tienen su importancia, precisamente por la situación que atraviesa España, principalmente a causa de la pandemia, de las sucesivas olas que nos matan socialmente y económicamente. Pero, vamos, que hay que tirar por la vida, aunque sea sin las elecciones catalanas y los golpistas. Además, si lo más probable es que se vuelvan a repetir en pocos meses, si antes no se consigue formar gobierno, que esa es otra historia. La más triste de todas las historias es que los delincuentes-chorizos golpistas hayan podido hacer campaña electoral como si fueran ciudadanos libres de toda culpa.
Eso no se conoce en ningún país democrático. El presidente del Gobierno de España ha impedido a la Fiscalía presentar un recurso contra esa anomalía democrática, ante esa injusticia de conceder el Tercer Grado a los delincuentes golpìstas. La Fiscalía está regida y manipulada por la que fuera ministra de Justicia con elPrepotente en su anterior gobierno. Otra anomalía inconcebible, que la exministra sea ahora la Fiscala General del Estado, a las órdenes del socialista, al que obedece a pies juntillas, de manera inmoral. Se da también la circunstancia de que la pareja de hecho de la Fiscala es el exjuez Garzón, expulsado de la carrera judicial por prevaricar. ¡La tormenta perfecta en la Fiscalía!
La mala conclusión que se avecina en todo este panorama es que tras elecciones del 14F los golpistas, esos delincuentes, esos chorizos, que han jugado con la integridad de España y nos han robado nuestro dinero sean puestos definitivamente en libertad. No era España, como malmetía el expresidente catalán Pujjjol, quien robaba a Cataluña. No, no era España. Eran él y toda su familia y todos los partidos independentistas los que robaban a España. Pero, cosas de la vida, el criminal siempre gana en Cataluña. Ni los pujjjoles han entrado en prisión -solo uno, pero por poco tiempo-, ni los que se forraron con las comisiones del tres por ciento y solo los golpistas, pero a temporadas. Ahora, en estos momentos, ya digo, han podido participar en la campaña electoral de las elecciones catalanas.
Los golpistas, verdaderos chorizos sinvergüenzas, es muy probable que queden en libertad finalmente si no existe recurso de la Fiscalía contra su excarcelación, si es que cabe ya a estas alturas. Si no. si la Fiscalía no recurre, el daño que se hace a la Justicia será de muy difícil reparación. Será la vergüenza de un cuerpo del Estado destinado a velar por la defensa del ciudadano y no de los intereses del Gobierno de turno. Si los fiscales callan y consienten semejante tropelía mejor que se vayan para sus casas y que descansen en paz, porque sus actuaciones, las de todos los fiscales -pese a tener una dependencia jerárquica de la Fiscala General, cuando no del propio Gobierno- serán consideradas o tenidas como una verdadera pantomima.
Y miren que hay fiscales. Y miren que los hay muy buenos. Y miren que muchos, la mayoría, desarrollan un gran trabajo, silencioso y abnegado. Sin embargo, la desvergüenza de una exministra metida a Fiscala General y sus malas compañías y consejeros están dando al traste con la figura de los fiscales, que están quedando a la altura del betún, como unos monigotes, como unos dontancredos. Para que luego, al final, los golpistas catalanes sean indultados, cuando no amnistiados.
Por mi, los unos y los otros ya se pueden ir a tomar ya saben por dónde. Hasta alguno, puede que lo veamos, a no mucho tardar, por Andorra, en busca de los youtubers o a imitarlos. Nunca se sabe.