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miércoles, 23 de diciembre de 2020

El Barcelona, un club de guarros

Si es que son todos iguales. Unos antes, otros después, pero al final se descubren, se destapan, pero no porque ellos lo quieran, sino porque es así la evidencia: unos verdaderos gilipollas y analfabetos, pero malos. Miren que el también payaso este, Errejón, viene a defender que se ponga en libertad a los delincuentes del Golpe de Estado. Que es que dice en argumento contrario al de los fiscales, opuestos al indulto, que no se pueden condenar ideas. Claro, el analfabeto ni se entera. Los condenados catalanes no son políticos, lo fueron y aprovecharon los cargos institucionales para delinquir. Los golpistas condenados son, sencillamente unos chorizos, unos delincuentes, y están donde les corresponde: en la cárcel.

No se entera este payaso Errejón. Los golpistas catalanes fueron condenados por eso, por golpistas, por delinquir, por malversar fondos públicos y por desobediencia. O sea, más claro, agua. A ver si lo ha entendido, porque es muy cortito el hombre: chorizos, delincuentes, golpistas, malversadores del dinero de los españoles y desobedientes. Más claro, puede que se le pueda explicar para que lo entienda; más alto, no, porque aquí no hay sonido, porque es capaz de estar buscando el botón del sonido en un escrito. Aunque puede que el contenido le retumbe. Esta gente es así: tonto, malo y analfabeto. 

Lo mismo le da estar con el cabezón comunista que no; al final, todos cortados por el mismo patrón. Tontos del culo. Ahora, no les metan el dedo en la boca, que muerden. Miren, si no, el "espabilao" este -Milhouse, como lo califica Ortega Smith-  que se hizo -a través de uno del partido, claro- con una beca de mil ochocientos euros al mes durante más de un año, en una universidad andaluza -para más señas, la de Málaga- para realizar un trabajo científico sobre la edificabilidad en esa ciudad. Ni se dignó en visitar Málaga, de donde iba a hacer el trabajo, ni por supuesto hizo trabajo alguno. Eso sí que lo sabe hacer muy bien esta gentuza, lo de ver la manera de no trabajar. Eso, ciertamente, en todo el territorio se le conoce por vago. Pues, algo así. Y ahora viene pidiendo la libertad de los chorizos catalanes. ¡Y una mierda, para ti comerla, Errejón!

Son un tipo de gente muy parecida a los golpistas-independentistas catalanes. Solo miran por su pasta, y son malos. Por ejemplo, los del Club de Fútbol Barcelona, los que dicen que son algo más que un club. En efecto, unos colaboradores con los golpistas y unos verdaderos sinvergüenzas. Hoy el mundo del deporte -y no solo el del deporte- repudian a este club por su marranada inhumana contra uno de sus jugadores de baloncesto.

Resulta que el equipo de baloncesto se fue a jugar un partido -que por cierto, perdió- a Estambul. En el momento de embarcar en el avión de regreso con destino a España, ya entrada la noche, el club catalán dejó en tierra a uno de sus jugadores, concretamente a Thomas Heurtel. Y todo, porque parece que el jugador estaba negociando pasar a ser jugador del Real Madrid. ¡Qué no le habrán hecho ya a este jugador, de perrerías me refiero, para querer cambiar de club! Eso no se hace, eso no se dice, eso no se toca. Eso, para que se entere Errejón, es como actúan los traicioneros golpistas. Eso es el Barcelona, algo más que un club, al que el mundo entero reprocha lo que no deja de ser un golpe contra el estado deportivo. Y algo más.