El payaso -con el permiso de los profesionales del sector- ese de Venezuela, Nico Maduro, que habla como un niño caprichoso y mal educado, no tiene otra cosa que hacer que inmiscuirse en la campaña electoral española, al igual que el basurero Alexis Tsipras, a la sazón primer ministro de Grecia y líder del partido Syriza, primo-hermano del español Pueden. Mientras, el delincuente Arturo Mas, todavía presidente de la Generalidad de Cataluña, insulta a España y amenaza -siempre está amenazando, el sedicioso de él- con acudir a los tribunales europeos.