Tal cual se lo digo, oigan, que una vez oído el discurso de Sánchez en su !Aló, presidente! -que maldita sea la gracia, se está convirtiendo en algo habitual, como si no tuviéramos suficiente con soportar el confinamiento- dan ganas de salir a la calle corriendo, pero, que sí, sin demora. Es que resulta que como aquí no hubiera pasado nada, y lo que queda para salir del túnel -no de la imbecilidad de la desescalada-, que ya está "chupao". Nada, que nuevo confinamiento hasta el nueve de mayo -día del Cristo de Morales- y los peques a "volar" a partir del 27 de abril, ahí a la vuelta de la esquina.