La venganza de Carmona contra Aguirre ha sido terrible. He de confesar que Miguel Antonio Carmona, el aspirante a la alcaldía del Ayuntamiento de Madrid por el pesoé, no me caía mal; es más, se me hacía "simpatiquete", pese a ser uña y carne con elCetapé. Desde que me enteré de que cobra 130.000 euros al año por político y por docente universitario -dos empresas públicas-, ya me cae menos bien, y casi, hasta si me apuran, un poquito mal. Tan "repeinao" él, así medio regordete y algo como "achaparrao" y con una no mala labia, pues eso, que hasta me resultaba "graciosete"; ya no. Desde el día del debate con la metepatas "pepera", Esperanza Aguirre, quedó ante todo el país como un gran falsario; pero se ha vengado.