Crímenes de lesa humanidad

O sea que, por ejemplo, la final de la Champions se celebrará en París en vez de en San Petersburgo y se suprime el Gran Premio de la Federación Rusa de Fórmula 1, a causa de la invasión  de Ucrania por parte de las tropas rusas del demente Putin y llegamos nosotros, los españolitos, y permitimos que la selección femenina rusa de rugbi pueda participar en un enfrentamiento deportivo de esta especialidad contra la selección femenina española. No hubo en el campo ni bandera rusa, ni himno ruso, pero, miren, allí estaban ellas, las representantes de Rusia, el país que ha invadido a un país independiente, en el que está causando cientos de muertos. El aislamiento deportivo, entre otras acciones, debe servir para colaborar a parar la locura de un comunista totalmente loco.

La federación nacional de este deporte se ha equivocado, ha herrado permitiendo la celebración de este encuentro o al menos por no evitar la celebración del mismo. Pero, parece que como al presidente del Gobierno de España, en relación a los comunistas en su Ejecutivo, le es totalmente indiferente. A través de sus órganos de propaganda elBandido Prepotente nos ha hecho llegar a todo el país que mantiene informado de la invasión rusa de Ucrania a los expresidentes del Gobierno que le precedieron en el cargo, así como al rey, Felipe VI. Pues, muy bien, es su obligación. También quiere hacernos creer que ha apartado de toda gestión sobre la guerra a sus socios de coalición de gobierno, es decir a los comunistas de laBelarra, la peligrosa niña de la curva, y a su viceministra, Yolanada Díaz.

Mientras en la Unión Europea presenta una cara, en España mantiene la coalición con los comunistas, que dicho sea de paso, intentan hacernos creer que deploran la guerra,  mientras que por otra parte convocan manifestaciones en contra de la OTAN, cuando quien ha invadido un país, quien ha comenzado una guerra, quien está poniendo en peligro la paz mundial no es otro que el demente ruso Putin. Mayor valentía han mostrado los más de seiscientos científicos rusos que han firmado un manifiesto contra el criminal ruso, y que corren el riesgo de ser represaliados, y a muchos de ellos este loco dictador los hará desaparecer del mapa.

Sánchez no se atreve a echar a los comunistas de su gobierno, porque quiere permanecer en La Moncloa. ¡Con lo fácil que sería pactar en estas circunstancias con la oposición y poner a los comunistas en su sitio, que no es otro que la calle! Tampoco se atreve con los golpistas catalanes -a los que indultó- ni con los terroristas etarras, que, juntos, al unísono, vuelven a acusar a España -asemejándola con Rusia en su invasión de Ucrania- de dictatorial, cuando pretendieron, los unos con la violencia de la sedición, imponer a los catalanes un régimen que no les habían pedido y, los otros, con el tiro traicionero en la nuca la dictadura de la violencia sanguinaria. Pero, ojo, no hay que olvidarlo, para su intento de Golpe de Estado frustrado los golpìstas, contaron con la colaboración de Rusia, del asesino Putin, al que, más tarde o más temprano, la comunidad internacional habrá de juzgar y condenar por crímenes de lesa humanidad.