Miren ustedes, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se piensa que los españoles somos tontos, idiotas o imbéciles. O todo a la vez, cada uno en mayor o menor medida y en su correspondiente escalafón. Durante más de una hora se ha dedicado públicamente, en televisión, a darse autobombo, a hablar lo que le ha apetecido y a obviar, por supuesto, cualquier tipo de responsabilidad en la gestión del coronavirus. Está bien asesorado podemíticamente: hablar y hablar sin prácticamente contenido y mentir, porque no hablar de ciertas cosas, es como mentir, o peor. Así actuaba Fidel Castro en sus discursos interminables, y le sigue en ello el podemita comunista venezolano, Maduro y antes el GorilaUno, Chávez