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Vaya, hombre, vaya, qué pena que esas medidas que quieren imponer en la Universidad el ministro Castells no sean con carácter retroactivo. Más de uno se iba a encontrar con el culo en la calle durante, al menos, tres años. A los universitarios, y en especial a los becados, no les va a suceder nada por destrozar el mobiliario de las facultades. Ni un apercibimiento, ni una anulación de la beca ni tan siquiera la obligación de pagar lo que destrocen. Igualmente, Castells va a premiar de largo a los estudiantes que más vagos sean, y más premio mientras más mejor. Ya vimos que el ejemplo lo sacó el ministro del vago comunista Errejón, con la beca de la Universidad de Málaga, que se la llevó en crudo.
Pues, eso, que ahora el ministro comunista anda tras las novatadas. No es una cosa nueva. Ya hace años que se viene persiguiendo esa práctica abusiva y salvaje de los universitarios veteranos contra los novatos. La práctica se suele desarrollar, mayormente, en los colegios mayores. No aporta nada nuevo Castell. O sí. Si consigue erradicar esa mala y cruel costumbre. Lo que más llama la atención, no obstante, de las medidas que quiere imponer el comunista es lo del plagio y el copieteo.
¡Coñe, que ya está bien! Hay universitarios -así han salido ellos- que se han pasado la carrera y han pasado la carrera copiando, con tal habilidad que hasta era difícil que el profesor lo advirtiera. No digamos ya los plagios de los trabajos. ¡Un infinito! Y luego llegan los TFGs y las tesinas y las tesis doctorales. A ver si es verdad que los que plagien van a ser expulsados. Pena, porque ya se me viene a la mente -seguro que como a todos- el plagio de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, en su tesis doctoral. ¡Demostrado, oigan! Y ahí sigue, sin vergüenza y sin pudor. Muchos altos cargos gubernamentales europeos han dimitido por menos.
No si estos se lo montan que da gusto. Lo mismo que la ministra de Igualdad, la excajera y vecina de Galapagar. La del casoplón ya nos tiene hasta el moño de tanto compararnos a los españoles con los talibanes en el trato que les damos a las mujeres. Mucho comparar, pero no se atreve ni a criticar a los machirulos, barbudos, zarrapastrosos y guarros talibanes. Los machistas de Afganistán han disuelto a palos y con disparos al aire una manifestación de mujeres afganas que pedían las libertades a las que pudieron acceder cuando se encontraban allí las tropas occidentales. Pues, nada, la excajera se calla. Será que su punto de referencia para la comparación entre españoles y afganos saldrá de su propia casa. Ella sabrá a quién deja entrar y estar en el casoplón, si es que ella puede permitírselo.
Y como ayer, parados, todos quietos, que nadie mueve ficha en cuanto a la renovación de los integrantes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tampoco se mueve su presidente y presidente del Supremo, Lesmes. No tiene pensado dimitir. Casado ha llamado a Sánchez para urgirle una reunión y ver cómo poder salir del atolladero. Pero, elPrepotente lo tiene muy claro: o se hace como yo digo o rompemos la baraja. Es decir, primero renovamos el Consejo y luego -si ya eso, más tarde- miramos a ver cómo hacemos una ley para que no se vuelva a producir esta situación.
Parece que esta situación se puede prorrogar otros dos años, hasta las nuevas elecciones generales. Los de laPepé no se fían -¡cualquiera!- de las intenciones de elPrepotente, que miente más que habla. Vamos que el socialista está porque los de la carrera judicial no sean quienes elijan al Consejo, como sucede en la mayoría de los países de la Unión. Lo que pretende es seguir como estamos, que sean los políticos quienes elijan a los vocales. ElPrepotente, en vez de seguir la estela de los países más democráticos de la Unión ha apostado por seguir a Polonia, apercibida, por cierto, en repetidas ocasiones por la Unión por esta misma causa.