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sábado, 27 de junio de 2015

El reloj de Rajoy no marca las horas


Tras la conformación de una Diputación Provincial comentaba, en un “corrillo”, la alcaldesa de un pueblo que esto era muy triste: “hay mucha más gente que se merece algo más; estos son los de siempre, a los que les hemos hecho nosotros la campaña, a pie de calle, y ahora se vuelven a repartir los escaños provinciales, sin mancharse tan siquiera de polvo los zapatos. A mí ya me da igual, que hagan lo que quieran; yo seguiré, como siempre, trabajando por mis convecinos”. Era una alcaldesa del pepé de un pequeño pueblo, de una pequeña provincia, de Castilla y León.