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domingo, 29 de noviembre de 2020

Los dislates económicos para purgar a Madrid

Es que esto ya no tiene ni nombre. Por el capricho de los golpistas catalanes, cuyo máximo representante en Madrid es el analfabeto y cuasi bordelino Rufián, los madrileños van a tener que pagar por persona dos mil euros más en impuestos. Es la armonización fiscal que los golpistas han impuesto al Gobierno socialcomunista para apoyar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Con esto, los golpistas y los socialcomunistas joden ciertamente, mal que bien, a unos más y  a otros menos, pero a todos los españoles en pagar más impuestos. Logran también los golpistas disimular su "infierno fiscal y de libertades" en toda esa región autónoma española.

Como son unos mediocres gestores todos los golpistas catalanes -todos, sin excepción- no pueden soportar que Madrid los supere y los desborde en los dineros y en la atracción de empresas. Más de tres mil se fueron de Cataluña a raíz del Golpe de Estado y todavía no han regresado, ni regresarán. Pero, lo paradójico de todo esto es que los catalanes reciben más dinero del Estado que Madrid, pese a ser esta la comunidad de España que más aporta a las arcas de Hacienda. Y lo será todavía más cuando veamos cómo  Sánchez  y su socio el payaso comunista quienes repartan ese dinero, continuando con la tónica de dar más a los golpistas que a cualquier otra región. 

El IRPF, Patrimonio y Sucesiones son las claves de la gran diferencia entre Cataluña y Madrid. Los golpistas de la Generalidad fríen a los catalanes en estos tres impuestos, mientras que en Madrid se reducen considerablemente dando un respiro a los ciudadanos, y a su bolsillo. Los ciudadanos catalanes, como son tan suyos, no protestan y prefieren que sean los demás españoles los que paguen como ellos. Ya saben, mal de muchos consuelo de los gilipollas, y que se lo tomen como quieran.

Por supuesto la presidenta de la comunidad madrileña, la pepera Ayuso, recurrirá ante el Constitucional la salvajada de los socialcomunistas. Sánchez tiene enfilada a la comunidad que le silba, abuchea y abochorna; la comunidad que no quiere para nada a los socialcomunistas. Para Ayuso, acosada de manera perpetua por el Gobierno socialcomunista -no olvidemos las marranadas de Sánchez durante la pandemia, sobre todo en la primera ola, porque en la segunda se la ha tenido que envainar- no hay mal que por bien no venga. Todas esas bestialidades de los socialcomunistas le van a venir de maravilla, porque la hacen más grande y, si se quiere, más mítica.

Los madrileños no van a olvidar el agravio comparativo de Sánchez con los catalanes, o más bien con los golpistas y sus secuaces seguidores. Los madrileños no van a perdonar a los socialcomunsitas, que les impongan un trato discriminatorio y obliguen a la Comunidad a subir los impuestos en una cuantía media por habitante de más de dos mil euros, que no es una broma. Por si fuera poco, Sánchez ha bloqueado la ayuda de veintiséis mil millones de euros a los ayuntamientos de todo el país, para paliar en lo posible los "destrozos" económicos provocados por el coronavirus. Por supuesto, los ayuntamientos de la comunidad madrileña también se verán afectados. Así que si no querían más caldo, ahí les van dos tazas.