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martes, 13 de octubre de 2020

Hacia la República bananera

Si es que son erre que erre. Lo mismo les da so que arre. Ellos a lo suyo, y lo suyo es la mentira, el engaño. Trileros amenazantes. Son Sánchez y los suyos, los socialcomunistas. Tomaron Madrid al asalto, confinaron a cinco millones de personas, basándose en datos caducados de hacía casi una semana. Ahora, se le antoja al catalán aspirante a filósofo, el ministro de Sanidad, Illa, que ya no vale tener menos de quinientos contagiados por cien mil habitantes para anular el estado de Alarma. Ahora, tienen que ser doscientos para que el ministro funerario se decida a liberar a los madrileños confinados. Este hombre o es tonto o, ya saben, tira todavía de la teta de su mamá.

Pues casi nada, las provincias de Ceuta y Melilla y otras once comunidades autónomas sobrepasan con creces esos datos de la Incidencia Acumulada (IC), de la que tanto les gusta hablar al funerario Illa y a elEnterrador Simón. Nada menos que once comunidades superan los doscientos contagiados por cien mil habitantes. Pero, no pasa nada. Solo los madrileños permanecen encerrados, porque a Illa se le viene en gana. Como tiene la sartén por el mango y el mango también, ahí os jorobéis, en Madrid.

Luego presumía el ministro de que las medidas drásticas, bueno el encierro puro y duro de Madrid, lo decretaba el Gobierno por el bien de los ciudadanos, por la salud de los ciudadanos, y que en la decisión no había criterio político ni ideología alguna. Y ahora viene diciendo que no se cree los datos que sobre el coronavirus facilita la Comunidad Autónoma de Madrid. Sí se cree, miren ustedes por dónde, los menos creíbles del todo: los de Cataluña. Junto con Madrid la comunidad autónoma española de Cataluña tendría que estar ya confinada, pero Sánchez no se atreve a aplicar el 155 Sanitario a los golpistas.

Son muchos los intereses del Gobierno socialcomunista en Cataluña, con los golpìstas catalanes, y con los independentistas vascos y terroristas etarras de Bildu y con los comunistas. En primer lugar, están pendientes de aprobar los Presupuestos Generales del Estado y sin toda esa gentuza, la que lo apoyó en la moción de censura contra Rajoy, se vería forzado a prorrogar, una vez más, los Presupuestos de laPepé, de Montoro. Así que ahí los tiene esperando para el chantaje a cara descubierta, mientras que la lideresa de los Cuidadanos los apoyará por nada, ni tan siquiera por un platito de lentejas.

Pero, no paran ahí los intereses de un Gobierno socialcomunista, que se está mostrando tal cual una panda de chorizos. ElPresiSánchez pretende también renovar el Consejo General del Podere Judicial, para lo que hace falta la mayoría de tres quintos del Congreso. Le urge a Sánchez esta renovación, que no quiere pactarla con laPepé, que para eso ya tiene a sus socios, los de siempre: golpistas, terroristas, independentistas y, por supuesto, los comunistas. Con una proposición de Ley Orgánica para el caso lo tiene hecho: mayoría absoluta y a correr.

Y le corre prisa a Sánchez renovar el Consejo General del Poder Judicial a su capricho para salvar de la cárcel a su socio de Gobierno, el payaso comunista. Si el Supremo decide investigar al payaso comunista por tres delitos en el "caso Dina-Iglesias", este la lleva clara, porque le pueden caer hasta nueve años a la sombra, no precisamente la de los árboles de su espaciosa finca de Galapagar.

Los jueces están que trinan y la oposición, laPepé de Casado, también. Pero aquí nadie hace nada para evitar las resoluciones a la que se está acostumbrando el Gobierno socialcomuista, y en particular Sánchez, aconsejado por los comunistas, que igualmente aconsejan y aconsejaron a los presidentes venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Por ahí, por ahí va la deriva de Pedro Sánchez, el que quiere ser Rey y, en su defecto, presidente de una "republiqueta" de corte bolivariano. En esas republiquetas, ojo, hay muertos.