¡Manda güevos con el cebollino este! Si bien decidieron
por unanimidad los de la Real Academia
de la Lengua -que limpia, fija y da esplendor- dar su apoyo al Gobierno para
que mantuviera la unidad de España y
la Constitución. Lo veían venir los
académicos, que el hijo del pastelero –elPuigidemon-
nos iba a corromper el idioma, que es un analfabeto, un iletrado, un confuso
mental. Y no se equivocaron, no, porque a las primeras de cambio, en el día más
importante de su vida, día del discurso más importante de su vida, lo embarulló
todo.