Cuestión de vida o muerte

Miren, le estábamos dando, sin querer, demasiados títulos al payaso comunista tontoelpueblo, pijo ridículo de la casta de Galapagar. Me da que con que se le califique de comunista de mierda y, sobre todo, de gilipollas es más que suficiente. Ya saben, ahora quiere ser un judío de los del Holocausto y no se queda más que en un jodío gilipollas. Si es que hasta la comunidad judía española lo desprecia por quererse igualar a ellos: "su comparación banaliza el Holoscuasto". Así que ya sabe el gilipollas mayor del Reino que por ahí no cuela. Eso sí el cangelo que lleva dentro no se lo quita ni Marlaska ni todo el regimiento que lleva de escolta más el escuadrón de guardias civiles que cuidan de su casoplón de Galapagar; no se confundan con Vallecas. 

Que sí hombre que sí, que cagaos tenía los gayumbos cuando la pintada en la carrera asturiana contra el "coletas, rata", y eso que no iba para él, que, aunque parezca mentira, hay otros coletas y otros ratas. Pero él se chiscó patas abajo. ¡Cómo estará ahora cuando implora la protección del Mossad! Pues, ya ven, lo han dejado con el culo al aire y la mierda al descubierto. Vaya golpe moral el de los judíos. ¡Se atreverá ahora a seguir dando y quitando carnés de fascista, él el fascista y gilipollas número uno del Reino!

Bueno, hombre, a ver si el inteligente y avezado ministro del Interior nos da cuenta de quién o quiénes enviaron las balas, las amenazas de muerte a él mismo, a la desaprensiva directora de la Guardia Civil y al gilipollas. Que, oigan, que por el bien de todos, que tenemos muchas ganas de saberlo y de que caiga sobre ellos el peso de la ley. Seguro que no son como el desequilibrado mental que envió a otra ministra una navaja con sangre , poniendo en el sobre su propio remite. Eso parece que fue el viernes y lo han dado a conocer hoy, para seguir practicando el guerracivilismo. Pero también queremos saber, tenemos derecho a ello, qué fue del caso Faisán. ¡Qué fue de ello, señor Marlaska, que era un caso que llevaba directamente!

Bueno, pues a ver si cogen a unos y a otros y todos tan contentos. Pero, miren, el mundo sigue dando vueltas y la vida también. Y sorprende en este día el protagonismo que pretende adquirir la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, que está más preocupada por el recibimiento machista que le hizo el presidente turco, Erdogan, en su visita a ese país, que de los muertos por el virus en Europa. Dice que si hubiera llevado traje y corbata ese desprecio no se lo habría hecho el turco.

Pero, señora mía, suya o de quien quiera que sea, el hábito no hace al monje. Tuvo tres opciones y no aprovechó ninguna. Porque es muy torpe. Pudo ir vestida con traje y corbata, de lo que en Occidente no se hubiera escandalizado nadie. Optó por ir con vestido, de lo que tampoco nadie se escandalizó, pero ahí falló en su actuación: se coge una y se muestra un par, pero como no lo tiene pues el de las glándulas mamarias si hace falta. La tercera opción haberse marchado, mandando al turco a tomar por el culo, a él y al presidente del Consejo Europeo, que ni movió un dedo para evitar el "atropello". 

Así de sencillo. No venga dándoselas ahora de sufridora y de feminista. Tiene cien mil veces más fuerza moral y de la otra que el sinvergüenza turco. Pero no supo aprovechar ni una cosa ni la otra. Pero esto no debe servir de tapadera, de cortina de humo, para ocultar la nefasta gestión que la Comisión ha hecho del coronavirus y, en concreto, de las vacunas. Aquí sí que nos ha dejado a los europeos con el culo al aire, por su ineptitud. Cada europeo que fallece por falta de vacuna es un muerto que se tiene que cargar al suma y sigue de la Comisión y de todos los presidentes de los países de la Unión.

Es ahora cuando se va a querellar contra los laboratorios por el retraso y la falta de entrega de las vacunas contratadas. Reacciona igual que con el turco. se lamenta ahora de sus ineptitudes queriendo culpar a los demás. Miles de muertos y muchos miles más de contagiados nos hubiéramos evitado en Europa si hubiera habido alguien en su gobierno europeo con un par. Si alguien se hubiera atrevido a dejar sin efecto las patentes -fuera o no ilegal, eso ya se vería- y todos los países europeos hubieran podido fabricar vacunas hasta para regalar. Era, y es, cuestión de vida o muerte. Cuestión de necesidad.