Pues, continuando por el titular de la exposición del
día anterior, y por si algún catalán golpista no lo entendió –no le dio lo suyo
para más-, más claro: el hijo pastelero, elPuigidemón,
no ha tenido güevos para ni tan siquiera intervenir en el Pleno. Y así llegamos, antes de emprender la obligatoria siesta, a
la aprobación por los golpistas –Juntos por
el sí, es decir republicanos y los del PeCaDeTe,
y los guarrillos de las CUP-, de no
se sabe todavía, realmente, a ciencia cierta e incierta, el qué. Lo mismito que
desde hace dos meses.