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viernes, 10 de septiembre de 2021

El odio de los golpistas

Vamos, que pelillos a la mar. Tras el ridículo gubernamental de elPrepotente y el ministro del Interior Marlaska, aquí no ha pasado nada. O sí. Porque dice el gobierno socialcomunista que va a incrementar la vigilancia contra el odio y que la policía es muy mala de necesidad, que no informó -eso dice él- a Marlaska de que se vislumbraba la mentira del joven de Malasaña. Bien lo sabía ya el magistrado en excedencia, desde última hora del martes o, como poco, desde las primeras horas del miércoles. Pero, no dijo, nada. Se lo calló, porque tenía intervenciones en la SER y en laPrimera. Después, que viniera lo que viniera. Y llegó, claro que llegó.

La repulsa fue total contra el ministro -el juez del caso Faisán, que todavía no está aclarado-. A Marlaska le llovieron de todos los lados y de todas partes. ElPrepotente se parapetaba tras él y él en la policía, a la que acusaba de no mantenerlo informado. Pero, claro, eso no se lo creía ni él ni nadie. Tenía que disculparse por las acusaciones que hizo contra partidos políticos y personas. Era su coartada. Pero no tuvo los huevos suficientes como para pedir perdón; tampoco elPrepotente, que también acusó a troche y moche, y ha tenido la cara dura -bueno, los dos: ministro y presidente- de acudir a la reunión de la comisión contra el odio.

Oigan que cada dos por tres los separatistas y golpistas catalanes y los independentistas terroristas vascos están rezumando odio por los cuatro costados y no hacen nada para evitarlo. Mismamente hoy, sin ir más lejos, el Parlamento catalán ha rendido homenaje a los mártires del UnoaCero. Nada más y nada menos que más de cuatro mil. ¡Pobrecitos mártires! Y eso que ya les han dicho desde los tribunales de la Unión que dejen ya de hacer el gilipollas, que las intervenciones policiales de ese día estuvieron en su punto. Esperemos que ese reconocimiento no lleve aparejado un premio económico. ¡Era lo que nos faltaba!

De paso, no estaría de más que esa comisión contra el odio estudiara las intervenciones de hoy de la presidenta del Parlamento catalán, la odiadora y burda Borrás, contra España y, por ende, contra todos los españoles, en los que se incluyen, quiéranlo o no, los catalanes que no se consideran españoles. Es probable que con el tiempo esta nada admirable señora termine con sus huesos en la cárcel, como su predecesora, Forcadell -indultada por Sánchez-, la que como una histérica gritaba, en cada sesión del Parlamento que presidía, loas a la república catalana. Acabó, ya saben, y que no lo olvide la obtusa Borrás, en la cárcel.

No es menos odiador el presidente de los catalanes, el hombre bajito y feo Aragonés. Este también hoy, calentando las vísperas del día de su comunidad, ha señalado, más bien ha asegurado que habrá referéndum para la independencia. Que será algo ineludible. Esa es la concordia que predica elPrepotente dejando en libertad a unos chorizos, unos delincuentes golpistas que pretendieron -con la ayuda de los rusos- destruir España. Si esto hubiera sido Roma, no habría habido indultos, porque Roma no paga a traidores. Sánchez, sí; Sánchez los premia.

Hasta tal punto premia elPrepotente a los delincuentes golpistas que ya les había preparado una propina de mil ochocientos millones de euros para ampliar el aeropuerto de la Ciudad Condal, lo que supondría la creación de al menos noventa mil puestos de trabajo y un considerable incremento del PIB de esa autonomía. Se los han rechazado. Para ellos es un chantaje. ¡Pena! Ya quisieran cientos de localidades españolas semejante chantaje. No quieren esos millones -de momento-, porque pretenden adueñarse del aeropuerto, después del puerto, luego de los inmuebles estatales una vez hayan expulsado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado -Policía Nacional y Guardia Civil- y constituir su propio ejército, con soldados catalanes o rusos. Y volver a intentarlo, como prometió el ideólogo Yunqueras en el juicio, tras el que fue condenado a trece años de prisión por golpista. Pero, ElPrepotente lo ha indultado.