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Vaya, vaya con elPrepotente. Ni aunque se caiga el mundo deja La Mareta, en Lanzarote. Excepcionalmente, y a través de un tuit, se ha dirigido a la nación para comunicar que España va a rap triar a los españoles de la embajada en Kabul. Coñe, eso, y sin ánimo de ofender -aunque sí de ridiculizar- lo saben ya hasta los menas de Ceuta, sin necesidad de que que él lo dijera. Puede que elPrepotente haya sacado a pasear la vena periodística y quiera adelantarse a su exvicepresiente, el payaso comunista, que en esas anda también. Puede que elPrepotente esté buscando una puerta giratoria para cuando le toque abandonar La Moncloa, acaso en El País.
El caso es que es de los pocos dirigentes nacionales europeos que sigue -si es que lo sigue- con pasividad absoluta el caos y tragedia en Afganistan tras la salida de ese país de las fuerzas militares internacionales. Hasta el payaso presidente de los Estados Unidos ha salido a dar la cara -aunque se la han partido los medios de comunicación y la oposición- para culpar de todo lo que pasa al propio ejército afgano y al gobierno -exgobierno ya- que no han sabido defender a su propio país. Puede que algo de razón tenga, pero muy poca. No se puede abandonar a su suerte a un país continuamente amenazado por los terroristas talibanes, que, a partir de este momento, va a ser sede, refugio y lugar de entrenamiento del terrorismo mundial.
Es tan ingenuo el presidente Biden que hasta afirma que los Estados Unidos podría reconocer al régimen terrorista siempre que respete los derechos humanos. Es tan ingenuo, o se lo hace, o es que es algo tontales el anciano presidente estadounidense. También resulta preocupante la afirmación del socialista Borrell, representante de Exteriores de la Unión Europea, dispuesto a hablar con los terroristas y asesinos talibanes. Que no nos joroben. ¡Para qué coño han servido los veinte años de enviar a Afganistán fuerzas internacionales y derrochar miles de millones de dólares! Ahora se entiende también la actitud del gobierno socialcomunista de elPrepotente con su diálogo y comprensión para con los terroristas Bilduetarras.
Estos dos son incapaces de reconocer que los talibanes han ganado la guerra. Los Señores de la Guerra se han dado un paseo triunfal por todo Afganistan hasta llegar, sin más, a la capital del país, Kabul. Los terroristas talibanes han prometido una amnistía general y respeto total a a las mujeres, según su leyes, claro. Que no se equivoquen ni Biden ni Borrell. Muy pronto comenzaremos a escuchar y ver -si es que hay posibilidad para ello- cómo estos asesinos comenzarán su venganza contra todos aquellos que no los han apoyado durante estos veinte años. ¡Será una masacre, si es que no ha comenzado ya!
Sobre el futuro trato brutal que recibirán las mujeres afganas ni se lo imagina la ministra de Igualdad, la excajera de supermercado, la comunista, que desde su escondite vacacional ha culpado a través de las redes sociales a todos los países democráticos que han intervenido en Afganistan de todos los males del país. La ministra comunista, laMonteomonteramontere no ve la maldad en los talibanes, sino que, ya digo, los culpables de todo lo que les pueda ocurrir a las mujeres afganas es de la OTAN, España pertenece la OTAN, el Gobierno español, del que ella forma parte, también. Esta incongruente señora está acostumbrada a repicar y asistir, a la vez a la procesión. Así le va la vida.
Estos comunistas son así. Ya ven al vago Errejón, se cobró una beca de la Universidad de Málaga de más de mil ochocientos euros mensuales durante un año, y ni siquiera pisó la ciudad andaluza sobre la que tendría que haber realizado un estudio sobre viviendas. Ahora que, a todo marranico le llega su San Martín. Cuando llegue septiembre, y más, no será tampoco para él un mes maravilloso, no. El líder comunista de su partido ha sido ha acusado por la juez de un delito de agresión. Pero, no de una agresión cualquiera, sino contra un jubilado con cáncer de colon, al que le arreó una patada en el estómago; desde luego, el vago acertó con el lugar. Es muy impulsivo este comunista. Ya en una ocasión atacó con un gargajo al que entonces era su amigo, el payaso comunista.