No, si al final le tenemos que estar agradecidos a elPuigidemón –el hijo del pastelero-,
que nos abre un paréntesis para dialogar, que veamos su buena fe. Nos declara
la República catalana, sí, pero no.
¡Vaya rostro el del tío! Lo que decía no se lo creía ni su vicepresidente, el
republicano Junqueras, que lo tenía
de frente; pero, claro había que confraternizar. Pero, los que ni se lo
creyeron, ni se lo admitieron, ni le aplaudieron fueron sus socios, hasta
ahora, los guarrillos de las CUP.
¡Ya veremos su reacción! Ha decepcionado a los suyos propios. Quiere dialogar con España.