Unos santos, que somos unos santos, y más. Nos dan una bofetada en Bruselas y ponemos la otra mejilla para que nos la parta, si es que el apetece, el Rey de Marruecos. Nos la juegan los golpistas y, en nada, los de la PeneUve, que los etarras ya lo están haciendo machaconamente, con ahínco y sin vergüenza alguna, porque además de asesinos son, que en cualquier caso sería lo de menos, unos verdaderos cara duras y sinvergüenzas. Pero, de todos los escarnios que sufrimos, cada vez más y de diferentes partes, no tenemos la culpa los españoles. La tienen los políticos que nos desgobiernan; los de antes y los de ahora, por no remontarnos a más atrás.