Entradas
No hacía falta que viniera Sánchez a decírnoslo. Pues, no, la verdad. El número de contagiados por el coronavirus aumenta, aumenta y no hay visos de que baje a corto plazo. En concreto, hoy, más de siete mil nuevos y cincuenta y dos fallecidos. O sea, camino del medio millón y más de cuarenta mil muertos. Y dice elPresiSánchez que la "evolución global de la cifra es preocupante", pero que como no tiene que ver con la otra, pues eso, como que no pasa nada. Más le valdría preguntárselo a los afectados y a los familiares de los fallecidos. Que mucho compatriota, mucho de colaboración y de arrimar el hombro, pero España es el país europeo con más víctimas del coronavirus, mientras él, su gobierno socialcomunista, echa desvergonzadamente las culpas a los demás.
Después de su período vacacional, que no ha perdonado por sus compatriotas -que se le llena la boca cuando habla de nosotros-, después de más de quince días prolongando su inacción, viene a decir que el que quiera peces que se moje el culo. Es decir que su incapacidad queda más que demostrada y de manera manifiesta, por si hubiera alguna duda. Ni sabe centralizar el mando cuando la situación así lo exige, ni sabe gestionar. La historia se repite: es lo mismo que hizo durante la pandemia. La peor gestión en Europa y una de las más desastrosas a nivel mundial. No supo parar la pandemia y se cargó la economía nacional para muchos años, mientras nos sometía a un encierro nacional.
Y todavía viene a minimizar la imputación del partido de su socio en el gobierno, el payaso comunista. Bien echaba sapos y culebras el socialista cuando se hablaba del caso Gürtel, de laPepé. Ahora con los podemíticos no pasa nada, todo su apoyo político para él; vamos, que poco más que una anécdota: el partido imputado como persona jurídica, varios responsables del partido a punto de sentarse en el banquillo por una "Caja B" y el escandalazo del Jócker en el "caso Iglesias-Dina", sin olvidarnos de que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas ha pedido que se investiguen los destinos de las subvenciones oficiales a los podemitas de la última campaña electoral. ¡Joér, con la anécdota!
Por si fuera poco, la Comisión Permanente del Congreso ha impedido que el payaso comunista diera explicaciones al Congreso de todos esos asuntos, que en cualquier país de Europa habría supuesto una urgente crisis de Gobierno, si no la convocatoria de unas elecciones generales. Pero, no, ya ven. Este incapaz de presidente de Gobierno continúa en las suyas o peor que durante los peores tiempos de la pandemia y del confinamiento. LaPesoé y sus socios -golpistas, independentistas, etarras y demás- han salvado al payaso de tener que informarnos a todos en el Congreso. ¡Estos son los de la luz y los taquígrafos! Pues se le han debido fundir los plomos.
Es como si a Sánchez le hubiera picado el mosquito de lo del Nilo, allá en su residencia presidencial del parque de Doñana. Es que ni tan siquiera ha defendido a su ministra de Educación, laseñáCeláa, a la que el payaso comunista ha puesto a parir en el Consejo de Ministros, cuyas deliberaciones son secretas. Pues, este se lo pasa por la entrepierna y va y lo casca para que se entere todo el mundo. La ha acusado de falta de liderazgo en la Educación, y se debió armar la de Dios es Cristo. Pero, miren, algo tiene que tener el payaso comunista para que el Gobierno entero le soporte sus estupideces, que son muchas. Evidentemente, entre otras cosas, perder la mayoría.
Ya está bien de reírse del personal, que, por cierto, cada día está más "cabreao". Con lo que hemos pasado -uno de los confinamientos más duros del mundo-, las víctimas y fallecidos por el coronavirus y lo que se nos viene encima de nuevo, solo nos faltaba que la revista Diez Minutos nos salga a blanquear a la ministra de Igualdad. La compañera de casoplón del payaso comunista y excajera de supermercado posa para esa publicación y nos cuenta, como buena maruja, su vida. Lo que más cabrea es que el reloj que luce la señora es un rolex de aproximadamente siete mil euros. La que han dado en llamar la "Preysler de Galapagar" no tiene ni un centímetro de vergüenza. Su ideología es incoherente con sus actuaciones y su forma de vivir. De donde no hay no se puede sacar.