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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Del cerco, al cierre de Madrid

La socialista catalana presidenta del Congreso de los Diputados, LaMaricheli -la del lío con el ministro de Justicia, Campo- tiene un morro que se lo pisa. ¡Qué pronto se le olvidan las cosas o qué vara de medir tan desequilibrada se ha agenciado! Hace dos días reprochaba a la entonces "portavoza" pepera, Cayetana Álvarez de Toledo, su intervención relativa a que elViceDos de Sánchez es hijo de un terrorista y hacía borrar laMaricheli estas palabras del acta de la sesión correspondiente del Pleno del Congreso. Ahora, los infundios y las ofensas del imbécil diputado de los golpistas catalanes sobre el Rey de España son tan solo libertad de expresión, y no da orden de borrarlas del acta de la sesión.

No se para en barras la catalana presidenta del Congreso. Insultó a los diputados -ella sí que lo hizo- tildándolos de mal educados, refiriéndose principalmente a los de laPepé, a Vox y a los Ciudadanos. De hecho, prohibió a Arrimadas, líder de Ciudadanos, que le preguntara qué entendía ella, laMaricheli, por ofensa a Felipe VI. Todo ello, tras la trifulca que se armó después de que el diputado de los golpistas catalanes mostrara una foto del Rey, cuando era niño, junto a Franco. El bordelino -que es más que eso- diputado catalán consideró que el Rey era el diputado número 53 de Vox. 

Para laMaricheli ese aserto del bordelino es libertad de expresión; pero, no es libertad de expresión que el payaso comunista sea hijo de quien es, de su padre, como afirmó, ratificó y demostró la exportavoz pepera, la marquesa Cayetana. Esta continúa luchando en los tribunales para que su intervención no la borre del acta la decrépita presidenta catalana del Congreso, que sí da pábulo a todo lo que dice el imbécil exdependiente de una tienda de telas. Por cierto, ese es su mayor mérito en el currículum del golpista catalán.

En este Pleno, se volvió a lucir de narices el presidente del Gobierno de España. Sánchez quedó de manifiesto su apoyo a los ministros comunistas en su arremetida contra Felipe VI. Su ya habitual chulería evidenció las ganas que tiene de ser Rey -o presidente de la "republiqueta"- aunque sea contando con el payaso comunista del casoplón de Galapagar, el analfabeto funcional Garzón y el ministro de Universidades, que, de repente, como la primavera, ha aparecido y nadie sabe cómo ha sido. Y fíjense si están crecidos los comunistas que, en su expresión máxima de barriobajero, el payaso comunista acusaba a los populares de Casado de estar haciéndole el trabajo para derrocar a la Monarquía. Es vil y bellaco el barriobajero payaso comunista. O más bien, un chulo indecente.

La sesión plenaria de hoy, no ha sido más que otra cortina de humo que ha levantado el Gobierno. Una trampa, en la que ha caído la oposición, toda de la derecha, desde laPepé, pasando por Vox y aterrizando en Ciudadanos. El Gobierno ha incitado a la oposición a debatir sobre el Rey, su figura, la necesidad o no de la Monarquía, sin que la derecha lograra que Sánchez repudiara las actuaciones de sus ministros socios, los comunistas, y sin que se tratara, como debería haberse profundizado en ello, de la pandemia que estamos padeciendo y la actuación nefasta, como en la primera ola, del Gobierno de España.

De hecho, Sanidad ha comunicado a última hora de la tarde el fallecimiento de otros 177 compatriotas y otros once mil contagios. Y el Gobierno, como se preveía, ha decretado prácticamente el "cierre de Madrid", que era lo que venía pretendiendo y provocando Sánchez, que ha abandonado el país a su suerte, pero, principalmente la capital de Reino, para resurgir como salvador de la patria. Es también muy canalla Sánchez y un desleal. Era la crónica anunciada. Sánchez no se iba a parar y sus intentos de cerrar Madrid han sido cada vez más virulentos y violentos. Sánchez no ha querido rescatar Madrid, porque perseguía de manera obsesiva su cierre, fuera como fuera, y enterrar políticamente a Ayuso y a laPepé. Lo demás le da igual.