Bueno, pues si para esto se han tirado deliberando cuatro meses los siete jueces del Supremo, se podrían haber ahorrado el tiempo perdido. Han hecho lo mismito que Sánchez: todo un verano dando largas a la realidad para luego nada. Los que sí que han salido bien parados son los golpistas. ¡Joer! En total cien años de prisión, que se los reparten entre todos los condenados: el más afortunado, Oriol Yunqueras, el que pone el ojo donde pone la bala. Ya me dirán, le podían haber caído veinticinco o algo más y se ha quedado a menos de la mitad del camino.