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martes, 5 de abril de 2022

La justicia belga, una mierda

Nos tocó esperar unos minutos, pero el presidente ucraniano, Zelenski, fue bien recibido en nuestros salones de casa. Con su atuendo de guerra, como viene siendo habitual, se dirigió a los diputados y senadores concentrado en el Congreso de los Diputados. ¡Puta mierda! no pudimos entender en el momento todo lo que decía, a causa de una traducción fatal, que hasta hacía pensar que había boicot de los rusos, de los comunistas, de los de Putin en el Congreso! Normal pensar eso, que en la sala estaban presentes los comunistas de la coalición del gobierno de elBandido Prepotente. No vimos aplaudir al chúpamelamingadomiga, el portavoz de los comunistas, tras la intervención de Zelenski.

Fue bastante claro y conciso el presidente ucraniano. Su país se podría parecer a Guernica en su bombardeo en la guerra civil española. Afeó la presencia de empresas españolas que continuaban sus relaciones comerciales con Rusia, mientras Putin aplastaba al pueblo ucraniano: Porcelanosa -la de las cerámicas, que ha asegurado que desde el día de la invasión paralizó su actividad comercial con ese país-, Secorbe -empresa de bienes y servicios, de la que fue presidente el director de la policía, Pardo Piqueras- y Maxam -fabricante de explosivos-. Agradeció la ayuda prestada por España, pero pidió más armas para combatir al invasor, a lo que Sánchez le prometió -esperemos que no haya sido una mentira- nuevas armas.

Así como el soplagaistas comunista portavoz en el Congreso no aplaudió la intervención del presidente de Ucrania, tampoco lo hizo con la del presidente de España. Tampoco lo hicieron sus socios de investidura los golpistas catalanes, los independentistas vascos y los etarras de Bildu. Esos malnacidos están en contra de que España colabore contra la invasión comunista del criminal Putin. Por si no se ha enterado elBandido Prepotente, esos son sus socios, los que hoy lo han quedado en ridículo ante toda España y ante la comunidad internacional. Todavía no se ha dado cuenta de que sus socios son unos miserables.

A propósito, coincidiendo con esta intervención en el Parlamento español del presidente de Ucrania, los intelectuales golpistas catalanes colgaban de la fachada de la Universidad Autónoma de Barcelona las fotos de Stalin y Lenin, ejemplos del comunismo, que asesinaron, que se sepa, a más de cien millones de personas. ¡Que se dice bien, cien millones! Con su sucesor en el cargo, el criminal Putin, se asociaron los delincuentes catalanes golpistas cuando se sublevaron y dieron el Golpe de Estado. Y a esos golpistas, no conviene olvidarlo, los ha indultado elBandido Prepotente.

Vamos a ver, aunque los movimientos en la Unión Europea son lentos, si por fin se van aclarando -que parece que sí- y los tribunales de la Unión le dan por fin la razón -porque es de razón- a España, es decir, a los requerimientos del juez Llarena y devuelven a su sitio -a España, a la cárcel, donde deberían estar- al delincuente elPuchi y a los fugados con él, que aún permanecen en Bélgica. Tampoco estaría de más algún castigo a los tribunales belgas por interferir en la Justicia española y beneficiar a los golpistas, aduciendo que estos delincuentes prorrusos no tendrían garantías para un juicio justo en nuestro país. Los que no tenemos ninguna confianza somos los españoles en la justicia de los belgas. ¡Que con sus patatas fritas y sus mejillones se la coman y les entre cagalera!