Está bien. Ya va siendo hora de
que los países árabes arrinconen a los terroristas y a quienes les ayudan. Lo
que hace falta es que Qatar, nido y
refugio de terroristas de los del todo por “Alá es grande”, quede totalmente aislado por todos sus flancos. Así
será si Arabia Saudí, Egipto, Barhein, Estados Árabes Unidos (EAU) y Yemen llevan a la
práctica, y de manera real, el corte
total de sus relaciones, no sólo diplomáticas, sino de toda índole, con los Cataríes por su apoyo incondicional a
los terroristas; también, y como contrapartida directa, alcanzarían estos
países mayor estabilidad en sus propios estados, que falta les hace. Un cierre
de fronteras total -por tierra, mar y aire- supondría un duro golpe a los
terroristas.