Menudo rebote tenía el concejal madrileño de Seguridad, José Javier Barbero, por un escrache de nada; ni tan siquiera le dieron "pálpelo", que así es como parece que deben hacerse los escraches. Si lo sabe él bien, pero muy requetebién; es todo un experto. El tiempo pone a cada uno en su sitio, y las fotos también. Sólo le faltó escribir un manual sobre "el arte de escrachear y cómo llegar al poder". Tiempo tuvo para ello cuando cohabitaba con otros podem(K)itas oKupas en la casa Maravillas; total, el alojamiento lo tenía gratis y, como los pajarillos del Señor, no tenía que preocuparse por lo que comería al día siguiente.