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sábado, 11 de noviembre de 2017

La ridiculez de una manifestación ridícula

¡Vaya por Dios! No acudió a la manifestación la diva, la heroína de los independentistas, la más esperada, la deseada golpista Forcadell. Había, lo menos, sin exagerar, cerca de ocho millones, jeje, de manifestantes; pero ella no estaba. Así que como si no hubiera ido nadie. Los allí de cuerpo presente no se han debido enterar de que la su chica, la que desearía para su hijo toda madre nacionalista, prefiere la traición -a traición- que pasarse unos cuantos días -que pueden ser años- a la sombra. Es lo mismo que debió pensar elPuchi -hijo pastelero-, que se las piró a Bélgica.