Vamos a ver qué pasa, que la cosa de los golpistas
vuelve a ponerse chunga. El merluzo nazi no va a pedir su acta a los diputados
inhabilitados por el juez Llarena,
ni tampoco los va a dejar sin sueldo. Para que nos entendamos, nueva
desobediencia de los independentistas, que evolucionan de manera galopante
hacia el golpismo. Como si fuera un hombre de Estado –que es que se lo cree- el xenófobo desvela sus intenciones desde
el extranjero, y, qué curioso, se va a Escocia,
donde ha sido recibido por la primera ministra de aquel lugar; así como el que
no quiere la cosa, nuevo insulto contra España.