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domingo, 27 de diciembre de 2020

Un indulto de puertas abiertas

Ya está aquí. Ya llegó. El ministro de los Transportes, y secretario de Organización laPesoé, Ábalos, elInmoral, adoctrinando al personal y blanqueando a los chorizos y delincuentes golpistas catalanes. no vean, se queda tan pancho después de declarar que "el Gobierno tiene la obligación legal de tramitar los indultos y la obligación moral de aliviar tensiones". Con ello quiere decir el muy inmoral que hay que indultar a los golpistas, delincuentes condenados a entre nueve y trece años de prisión, y que con eso nos vamos a quedar todos tranquilos. Muy inmoral, ya digo. ¡Qué coños sabrá este ministro de moral o inmoralidad! Después de su actuación con laDelcy venezolana lo que tocaba era dimitir. 

La dimisión sería lo lógico, lo consecuente, más que moral; aunque, no dejaría de tener su punto como enseñanza moral. Vamos, que verse con la vicepresidenta del comunista venezolano, a la que se tiene vetada la entrada en la Unión Europea -a ella y a todos los integrantes del régimen de Maduro- por crímenes de lesa humanidad no tiene nombre. Y lo negó en varias ocasiones, el mentiroso, como Pedro negó tres veces a Cristo antes de que cantara el gallo. Porque la entrevista entre Delcy y Ábalos se produjo antes de que cantara el gallo, o mataron al gallo antes de que cantara.

Un inmoral y un mentiroso, Ábalos, que viene a pasarnos por el morro lo que es moral y lo que es inmoral. Se entrevistó con una asesina en suelo español, y por ende de la Unión Europea. Mintió pese a que un juez que no sebe conocer España, el país en el que ejerce, dijo que lo que era suelo español no era España. En fin, que al señor juez le conserven la vista, mientras que Ábalos nos desvela -puede que algún día- qué fue de las maletas que se descargaron del avión de Delcy, qué contenían y a dónde han ido a parar. ¡Misterio!

Pero, la realidad del inmoral es muy otra: Delcy nunca estuvo en España y jamás se descargó ni un paquete de su avión, ni tan siquiera una botellica de vino para agasajar al ministro, que le abrió las puertas de España y de Europa de par en par, aunque solo fuera durante unas horas. ¡Qué más quiere laDelcy, a la que buscan por crímenes de lesa humanidad. Sí, sí, que se sepa, que se conozcan las amistades peligrosas del Gobierno socialcomunista.

Es que ahora el Gobierno de Sánchez se pasa por el forro de los cataplines los informes de la Sala II del Supremo que juzgó a los golpistas y los de la fiscalía que los acusaba, informes contrarios al indulto. Pero es que el Gobierno lo cree necesario, lo considera moral. La realidad objetiva es que los golpistas son unos verdaderos delincuentes -unos chorizos, de políticos nada- que atentaron gravemente contra la integridad del Estado y que pudieron poner en riesgo cientos de vidas. Además, choricearon miles y miles de euros procedentes de los impuestos de todos los españoles. Es decir, no es España quien roba a los catalanes, son los Puyoles y toda su banda los que roban el dinero de todos los españoles. ¡Por cierto, los Puyoles, en dónde están!

Si el Gobierno considera que es moral dejar a los golpistas en libertad, es que ya ha matado el gallo. Una inmoralidad, que sí que va a alterar la convivencia en el país. Una injusticia como pocas, pero no por error sino con premeditación, con intención de hacer mal a la sociedad. Un indulto solo beneficiaría a los delincuentes indultados, mientras que supondría un escándalo social. Pero, a lo que se desprende de las declaraciones del inmoral Ábalos, la suerte está echada, sin que la oposición sea capaz de hacer retroceder al Gobierno socialcomunista. Tan inmoral es la suelta de los golpistas -unos verdaderos terroristas contra el Estado-, como la pacata actuación de la oposición para impedirlo, que viene a recordar el miedo y la cobardía de Rajoy, y su mano derecha Soraya Saínz de Santa María, para evitar el referéndum del "unoacero" y la posterior declaración de independencia de los golpistas encarcelados.