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¡Toma ya, y por unanimidad! El Tribunal Supremo nos ha quitado de delante al más neandertal de los políticos españoles o, si lo prefieren, uno de los mayores delincuentes, que ha estado ocupando un cargo político, desde que ya fue inhabilitado en el ejercicio de cargo público durante año y medio por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Vamos a perder de vista a uno de los mayores gilipollas de este país, aunque nos va a costar una pasta gansa, de manera vitalicia. El energúmeno, así tal cual lo ven, se va a llevar 90.000 euros anuales, podrá montarse una oficina con un presupuesto de más de cien mil euros y dispondrá de coche y chófer.
Así que de a gratis, nada. Y todo por ocupar dos años y poco más el cargo, delinquiendo. Tristemente, para este tipo de delitos parece ser que no hay pena de prisión. Porque, no estaría de más que el neandertal se fuera a la cárcel a hacerle compañía a los otros golpistas. ¡A ver quién le concedía a él el tercer grado!
Ahora, el energúmeno se alineará con los Cerres, los aprendices de terroristas, a los que están apuntados prácticamente todos los miembros de la familia -¡de casta le viene al galgo!- y podrá "apretarse" él mismo para realizar y protagonizar actos vandálicos, que se convertirán en puros actos terroristas. Si antes no podía porque tenía que ocupar la silla de la Generalidad, ahora, con tiempo y con dinero ajeno, pues, a lo suyo, que para otra cosa no vale.
Es lo mismo que le sucede al presidente del Barcelona F.C. Una entidad deportiva, con, increíblemente, seguidores fuera del ámbito catalán, que se manifiesta, junto con su presidente -¡otro gilipollas, de los que ya casi no caben en España- independentista y que lamenta la inhabilitación del neandertal. Este del Barcelona también se considera heredero de una raza superior. Pero, hombre, torres y torras más altas han caído. ¡Cuestión de tiempo! La Justicia es lenta, pero no para.
Pues, ya nos hemos enterado de forma oficial por el ministro de Justicia, Campo -el de el lío con la presidenta del Congreso, laMaricheli-, de que una de las razones de vetar al Rey a viajar a Barcelona a la entrega de despachos de los nuevos jueces emanados de la Escuela Judicial era la sentencia contra el expresidente catalán, el neandertal. Otra de las razones que aduce el Gobierno socialcomunista es que estaba muy cerca el aniversario del 1-O, el UnoaCero, del referéndum ilegal. Por tanto, peligraba, según el Gobierno, la integridad de esta institución, la monárquica, es decir, la integridad -se supone que física- de Felipe VI.
A nosotros nos la van a dar. Ni Sánchez, ni su socio el payaso comunista, ni el ministro Campo se lo creen; es más, resulta inaudito que el Gobierno pidiera a Lesmes -presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial- que cambiara la fecha de la entrega de despachos a los nuevos jueces. Hizo bien en negarse Lesmes. Y con razón. No iban a condicionar unos cuantos chorizos independentistas, mandados por los golpistas, la celebración del acto. Para eso está el Gobierno, para tutelar su celebración y, a la vez, mantener la integridad del Rey. ¡O acaso no puede!
Que se dejen de historias ñoñas los socialcomunistas. La verdadera razón del veto al Rey fue la presión que le metieron los golpistas, con quienes tiene que contar Sánchez para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, como contó con ellos, con los comunistas, con los indepedendentistas vascos -los de laPeneuve, que siempre traicionan- y los terroristas etarras para ganar la moción de censura contra Rajoy y llegar a La Moncloa. Esa fue la verdadera razón del veto al Rey, continuando con la ofensiva del Gobierno -en particular de Sánchez y del payaso comunista- contra la Monarquía. Porque ambos quieren instaurar la "republiqueta".
Y, si no, vean cómo Sánchez ni se inmuta por los miserables ataques contra el Rey provenientes del ministro analfabeto funcional Garzón y del payaso comunista -a los que se ha unido el ministro de Universidades, el también comunista-podemita que desde que tomó posesión del cargo se encuentra "desaparecido"-. A ver quién se atreve a negar que no sean estos ataques instigados por el propio Sánchez. Es que el chiquilicuatre quiere ser Rey, o presidente de la "republiqueta" y que la su Begoñita sea reina o primera dama.