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sábado, 31 de octubre de 2020

La obscena indecencia de Sánchez

Esto continúa poniéndose feo, muy feo. El primer ministro británico ha ordenado el cierre de Inglaterra hasta el día dos de diciembre e Italia está llegando a un punto tal que, en breves, sobrepasará las malas cifras de mayo a cuenta del coronavirus. España no se crean que va a la zaga, y lo que tenemos en nuestro país es un caos total a cuenta de la inhibición del Gobierno socialcomunista, que está incumpliendo descaradamente la ley en casos de pandemia, como es la que tenemos encima. Lo peor es que desde agosto para acá los organismos sanitarios de la Unión Europea han advertido a Sánchez de que se nos llegaba una segunda ola del virus y que era necesario tomar medidas especiales, a la mayor urgencia posible

Lo mismo que ustedes y yo respondimos del enterado a la Unión eso mismo hizo Sánchez. No se dio por aludido, en palabras más llanas, se pasó los nueve avisos por el forro de los gayumbos. Lo mismo que su cargo de observación y seguimiento de las epidemias, elEnterrador Simón, el canalla. Este elemento sí que confraterniza y coincide en todo con el inútil e incapaz presidente Sánchez. ElEnterrador afirmaba tras las reiteradas advertencias de la Unión que si esto que vivíamos -ya aumentaban, de nuevo y de manera  considerable, el número de muertos y contagiados-  era una segunda ola del virus, pues que no lo parecía. 

Este hombre, hace tan solo unos días afirmaba con rotundidad que parecía que la situación se estabilizaba, cuando era evidente que el número de fallecidos y contagiados aumentaba de manera escandalosa y durante tres días se han superado, con creces, el número récord de contagiados, con más de veinte mil diarios. ¡Este hombre es un peligro público, además de un verdadero gilipollas, que no tiene ni la más remota idea de lo que es el virus, un contagio y mucho menos una pandemia! 

Para lo único que sirve elEnterrador es para que le den en su cara las bofetadas que le correspondería recibir a Sánchez preocupado solo de sus vacaciones en las islas y en Doñana, acompañado, eso sí, de las familias al completo de sus amigos. ¡Todo de a gratis! ¡Unos cuantos, a cuenta del dinero de los impuestos de los españoles! ¡Se lo pisa!

De nuevo el miserable presidente Sánchez, que está utilizando la pandemia políticamente, escondiendo su responsabilidad detrás de la autonomías, vuelve a demostrar que es un inutil y un incapaz para gestionar lo que es una obligación del Gobierno. Pero, claro, como el fiscal Navajas ha impedido que se dé paso a cualquier denuncia o querella contra el Gobierno, a Sánchez se la suda todo lo que pueda suceder, sobre todo en cuanto a fallecidos y contagiados se produzcan por el coroanovirus. Ya se ha preocupado bien de cubrirse las espaldas con la "fiscala" General del Estado, Dolores Delgado, que fue su ministra de Justicia. ¡Escandaloso!

Sí se ha preocupado Sánchez, no obstante, de declararnos un estado de Alarma para seis meses, durante los cuales solo acudirá a informar al Parlamento en tres ocasiones. ¡Quietos todos "paraos"! Eso es lo que nos ha dicho desde el mismo día en que despreció al Congreso de los Diputados, día en que se marchó del mismo cuando se debatía la implantación del nuevo estado de Alarma, para, repito, ni más ni menos, que seis meses. Su chulería no tiene límites; su osbcena indecencia tampoco.