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lunes, 24 de agosto de 2020

Las amenazas del matón del rastas

Cifras de temblar: treinta y cuatro muertos más y diecinueve mil contagiados a causa del coronavirus desde el viernes. Total que el número de contagiados en nuestro país supera ya los cuatrocientos mil, mientras que no se sabe con exactitud el número de fallecidos, que, oficialmente, rondan los treinta mil, mientras que extraoficialmente pueden ser ya cincuenta mil, o más. En cualquier caso, espeluznante. Y, como casi siempre, las ciudades más grandes, Madrid y Barcelona, es donde más se desarrolla el virus, donde más deprisa se expande y con mayor virulencia. Sin embargo, el pseudocientífico elEnterrador se centra siempre en Madrid, ciudad donde cree que es posible que se pongan restricciones a la movilidad.

Bueno, ya se sabe, que, aunque en realidad fuera necesario aplicar las restricciones en Madrid, elSimón lo iba a decir igual, porque la comunidad madrileña, así como su capital, la capital del Reino, son feudos de laPepé, mientras que la comunidad catalana y su capital, Barcelona, es el reino de taifas de los socios golpistas de laPesoé, que ayudaron a Sánchez a llegar a La Moncloa. Son los socios del gobierno, en suma, socialcomunista. Así que bien se está ganado el pan elEnterrador Simón. Este paniaguado se está ganando a pulso, y con sudor y desvergüenza, su puesto a ministro de Sanidad, cuando el pseudo filósofo Illa se vaya como candidato socialista a la presidencia de la Generalidad catalana. 

¡Quién se lo iba a decir a él, a elEnterrador, que sin ser doctor en medicina ni tan siquiera tener el MIR iba a tener la oportunidad de poder ser ministro del gobierno de España! Pero, que no se fíe, que Sánchez se la puede armar en un santiamén. Con eso de que fue nombrado para el cargo por laPepé, concretamente por la exministra de Sanidad Ana Pastor, elAplaudido se puede apoyar entonces, y con razón, en que Roma no paga a traidores. O sea, que elSimón cumpla con su labor, si es que sabe, y que se deje de historias políticas, que aquí lo que nos estamos jugando es la salud de los españoles y la maltrecha economía. Y la fama en el mundo entero, que ya se dice que el primer reinfectado del virus ha llegado a China procedente de España.

Así que también déjese de monsergas y de historias el payaso comunista Jócker. ¡Que ya está bien! Si se ha sentido acosado y amenazado, él y su familia, que haga lo que tiene que hacer, que es lo que ha hecho, presentar una denuncia o dos o todas las que considere necesarias contra los que crea que están cometiendo un delito por "incitar al odio y la violencia" contra sus hijos. Pero, es que lleva más de una semana, desde que suspendió sus vacaciones en Asturias, dando la murga, que eso sabe hacerlo bien.

Que no es de recibo que él y su familia reciban amenazas e insultos eso lo sabemos todos. Pese a que él es partidario del "jarabe democrático" y de que le zurren a los policías y otras componendas con los terroristas, a la vez que desprecia a las víctimas. Eso es la grandeza de la democracia, a ver si se entera: no permitir lo que se le hace a él y a su familia, según denuncia él; es decir, aborrecer los "escraches", de los que antes no tenía nada que decir en contra cuando se los hacían a los demás, incitados por quién. 

Pero, oigan, tampoco hay derecho a que el secretario de Organización del partido podemítico, Alberto Rodríguez, amenace con "escraches" al Rey, a Florentino Pérez -presidente de la Real Madrid- o a la periodista Ana Rosa y a todo quisque que se le antoje. No hombre, no. Eso es ya de matones guerracivilistas, como solo puede serlo un memo comunista, como el de las rastas del partido del payaso comunista. Ese solo asusta, por su aspecto, a Rajoy.

Aquí, en realidad, de lo que tratan los podemitas es de tapar, como sea, todo tipo de información sobre la imputación judicial del partido podemítico como persona jurídica y la de varios dirigentes del mismo por la existencia de una "Caja B" y la investigación que ha pedido la Fiscalía del Tribunal de Cuentas sobre varias facturas que podrían ser engañosas. Y, por supuesto, que no se hable tampoco del caso "Dina-Iglesias", porque va a resultar que las cloacas del Estado son él, el Jócker.