Bravo, Marta,
bravo. “Torera”, Marta, torera”. Y
un aplauso. Y una emoción. Entre focos rojos y amarillos, la “cantanta”
madrileña levantó de sus asientos al
público que abarrotaba el Teatro de la
Zarzuela, donde celebraba su treinta aniversario en el mundo musical. En
esas tablas actuó muchas veces quien fuera su mentor, Alfredo Krauss. Así también ella quiso rendirle un homenaje, “volviendo
a casa”.