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Que el desmadre padre iba a ocurrir era la crónica de un rebrote generalizado de la pandemia. Desde que elEnterrador Simón dejaba entrever que nos encontrábamos cercanos al principio del fin de las mascarillas, lo que ratificó después con fecha y hora elPrepotente -a las cero horas del día 26 de junio- esto se convertía en un auténtico campo de batalla. Eso es lo que logró elPrepotente, como cuando en el fin del confinamiento anunció que habíamos derrotado al virus; bueno, que gracias a sus medidas el virus había quedado para el arrastre. Los que quedaron para el arrastre fueron los miles de fallecidos, los miles de contagiados y los miles de familiares y amigos afectados y la economía de todo el país.
Tanto elPrepotente como su acólito y mamporrero están tan tranquilos, no se crean. Menos mal que en esta ocasión el indecente enterrador no la emprendió contra el vulgo congregación. No tiene güevos para acusar a nadie de nada. No les digo ya elPrepotente, que, en estos casos, está más desaparecido de lo que lo ha estado su exvicedos, el payaso comunista. No tienen güevos para reconocer que han dejado abandonadas a su suerte a las comunidades autónomas y que el levantamiento de la mascarilla ha sido una ocurrencia del listo e inequívoco presidente del Gobierno socialcomunista de España, que no ha consultado a comités técnicos y profesionales.
El levantamiento de la mascarilla y de las medidas preventivas no han llevado a esto, a lo que puede constituir una quinta ola, azuzada por el comportamiento incívico de muchos jóvenes, a los que les está afectando ahora de manera directa y en gran cantidad, con gran rapidez, los contagios. Son una población de máximo riesgo en estos momentos, al no estar vacunados, no se les ha inoculado ni una sola dosis. Se ha juntado el hambre con las ganas de comer y la desidia, la irresponsabilidad y la mala leche de muchos jóvenes que, aun a sabiendas de lo peligrosidad del virus, continúan desmadrados y contagiando a los demás. Pero a todo esto, muy poco se está haciendo para lograr evitarlo. Así nos va.
Bueno, pues así le va también al comunista y vago Errejón, líder de Más Madrid y arriba España. Parece que se pone oscuro el panorama para el pibe. Varias cámaras recogieron la cacho patada que le engalgó a un señor -además, admirador suyo-, que tan solo quería que le firmara un autógrafo. Es la calidad de los comunistas. Lo llevan en la sangre. Además tiene una caradura más dura que el granito sayagués. Y ya es decir. Declaró en el Congreso de los Diputados, que él no había agredido a nadie y que lo único que hizo fue marcharse del lugar donde se produjeron los hechos. Claro esa era su mentira, su interpretación. Acaso la Justicia interprete esta acción como una denegación de auxilio, que no es lo mismo, y sí algo de gran gravedad.
Es que estos de la izquierda aprovechan hasta las desgracias de los demás. Ahí tienen al gilipollas del comunista Monedero, acusando al alcalde Madrid de la muerte del joven asesinado en La Coruña por una panda. Es que Almeida no colocó la bandera de los LGTB en el ayuntamiento de Madrid. Si hasta los padres del muchacho asesinado le están pidiendo a la izquierda que no manipulen ni utilicen políticamente la muerte de su hijo. Desde luego, bastante desgracia tienen encima los padres como para que desvergonzados como Monedero osen tan siquiera hablar como hablan y acusen como acusan. Unos verdaderos mierdas.