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domingo, 22 de noviembre de 2020

Desacato frente a alta traición

Nos damos por enterados: A Casado le va a durar la Ley Celáa lo mismo que a Sabina un "güisquionderocks". Cuando llegue a la presidencia del Gobierno. Porque no ha habido manera de hacer entrar en razón al radical de izquierdas, como definiera Rubalcaba a Sánchez. De hecho hoy laPepé ha atacado, pese a la situación pandemiosa, la que será nueva Ley de Educación con masivas manifestaciones por varias ciudades del país, aunque, eso sí, con los manifestantes en coche. Imagínense que no estuviéramos en pandemia, las manifestaciones habrían sido como para tumbar al Gobierno socialcomunista, porque la gente, más de lo que esperaban los socialcomunistas, quiere ser oída y,  a la vez, escuchada. 

¡Y quién no quiere ser libre para poder escoger el colegio que quiera para sus hijos! ¡Y quiénes son laPesoé y los socialcomunistas para cargarse el idioma, la lengua, oficial, del país! ¡Y quiénes son ellos para destruir la enseñanza especial a los jóvenes especiales españoles! Esto, bien cierto, no es Campeones. No es una película. Es una realidad cruda y dura a la que se tendrán que enfrentar cientos de padres, niños y educadores. No hay derecho a que por querer contentar a unos delincuentes golpistas vayan a destruir todo el sistema educativo de un país, que, puede que no fuera el mejor posible, pero sí supera, con creces, el que nos van a imponer los socialcomunistas. 

La Ley Celáa es el fiel reflejo del haced lo que os digo, pero no hagáis lo que yo hago. Porque la mayor parte de los ministros que conforman el actual Ejecutivo han pasado por la enseñanza privada, y a ella han llevado y están llevando a sus hijos. Con la nueva Ley que nos impondrán, la Educación será un caos, en el que dentro de la mierda, sobresaldrán premiados los más vagos, mientras que se penalizará a los estudiantes trabajadores, a los que más se esfuerzan. Eso es lo que quiere el Gobierno socialcomunista: gente iletrada y apesebrada, que cumpla y siga a pies juntillas todas sus proclamas y consignas.

El líder de laPepé ha anunciado que recurrirá la Ley ante el Tribunal Constitucional y ante las instituciones europeas correspondientes y tratará de que no sea de aplicación práctica lo más nocivo y aberrante de la Ley en las comunidades en las que gobierna. Como no podría ser de otra manera, los socialcomunistas han culpado a los de derechas, a la oposición, de todos los males habidos y por haber con la Ley Celáa. Los socialcomunistas acusan a los peperos y a la derecha en general de desacato.

Resulta hasta gracioso escuchar la acusación, cuando es laPesoé y su Gobierno de coalición socialcomunista el que está al límite de sobrepasar -cuando no lo ha hecho ya- la línea roja de la alta traición con sus pactos con los asesinos etarras y con los golpistas catalanes, a los que quieren liberar por Navidad o, como tarde antes de las elecciones del 14F.

No tienen cara ni nada los socialcomunistas, y en particular su presidente, Sánchez, que de invitado a la cumbre del G20, pretende salir como el líder mundial que ayuda a los países pobres a combatir el coronavirus, cuando ha sido reconocido a nivel mundial como un incapaz para gestionar la pandemia en España. Eso sí, ya está vendiendo políticamente -lo que vamos a pagar con nuestros impuestos- la vacuna contra el virus, hallada en otros países. Habrá un plan nacional único para la vacunación y trece mil puntos donde se inocularán las vacunas. Pero, nada ha dicho de la situación precaria y vergonzosa en la que trabajan los científicos españoles, que, así y todo, ya están sobre el logro de una vacuna.