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Si laPesoé y el Gobierno socialcomunista hubieran apoyado en el Congreso de los Diputados la ley propuesta por la oposición para acabar con los homenajes a los delincuentes asesinos terroristas de la banda criminal ETA, se habrían cortado de raíz estos actos de enaltecimiento a terroristas cuando salen de prisión -sin duda, apología del terrorismo- y las continuas humillaciones a las víctimas. Pero, fue que no. Prefirieron los socialistas no poner palos a las bicicletas de su socio preferente, el pistolero elGordo Otejjji. De haberse aprobado esa ley, mucho habrían cambiado las cosas, y no tendríamos que soportar esas manifestaciones proterroristas por las provincias vascas y Navarra, que un juez de la Audiencia Nacional y la Fiscalía califican como libertad de expresión; no ven, oigan, ni tan siquiera delito de Humillación de las víctimas. ¡Qué valientes!
Y lo de hoy, las doscientas manifestaciones que ha recorrido las calles vascas y navarras, probablemente no se hubieran podido celebrar de manera legal si existiera esa ley. Porque lo de hoy, como todos los días ocho de enero, es una burla a las víctimas, una humillación, y un enaltecimiento del terrorismo. Pero, es más, estos piden, quieren y exigen que todos los presos que continúan dispersos por cárceles del país sean trasladados a las prisiones vascas y, así como quien no hace la cosa, que se les dé de a gratis la libertad a presos asesinos etarras -un indulto o una amnistía-, pasándolos de Segundo a Tercer Grado, lo que no deja de ser la libertad. No les hace falta tan siquiera el arrepentimiento, el pedir perdón y colaborar con la Justicia para resolver más de trescientos asesinatos. Consideran que es su derecho propio, como el del perro callejero también lo es.
Pues, ahí los tienen, encima exigiendo, y apoyados por todos los partidos socios de elBandido Prepotente, a saber HB, el partido etarra de elGordo que negoció presos por Presupuestos -y ahora pelea por el estatalismo de las provincias vascas y Navarra-, los republicanos catalanes del hombre bajito y feo, Aragonés, los de elPuchi, las asociaciones, que se denominan culturales, catalanas, los independentistas gallegos, los sindicatos vascos y, lo peor, los sinvergonzones sindicatos UGT, los primos hermanos de laPesoé y los comunistas de CC.OO., acompañados también del partido de la comunista laBellarra, la niña de la curva. En esta ocasión, pero no se admiren, no han contado los etarras con el apoyo físico de laPeneUve, que se ha disculpado poniendo como excusa que ahora tiene que administrar las prisiones vascas, donde se encuentran los presos etarras. ¡Qué sinvergonzones, igualmente, los de Urcuyu! No están en las manifestaciones, pero, al final, son los que van a dejar libres a los asesinos, que bien lo anunció hace meses el presidente vasco, que no quiere presos en las cárceles, quiere reinsertarlos en la sociedad. Blanco y en botella.