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miércoles, 18 de enero de 2017

Así aquí como en la eternidad

Ya lo creo, ya, que España se congela. Pero sin remisión. Por un lado, la cerca el mal tiempo; por el otro, los de la cueva, que ayer se reunieron, coincidiendo –casualidades de la vida- con la festividad de San Antón. Ambas partes, casi como al poeta, nos hielan el corazón. La una será pasajera, y vendrá mejor tiempo; ya llegará el verano. La otra no nos augura tiempos mejores. Los presidentes autonómicos están caninos de dinero. Y el presidente de todos los presidentes dice que le faltan veinte mil millones, no dieciséis mil, sino veinte mil, por si a alguien no lo oyó bien. Lo que no aclaró el presidente –eso vendrá en un segundo capítulo- es si se los han robado, como a Aída sus ciento setenta mil euros que llevaba en metálico, o es que se va a dar un atracón con todos nosotros.