Ya están estos terroristas de las CUP calentando la calle. Les dan igual los dictámenes de los tribunales, del Tribunal Constitucional. Buscan el amedrentamiento, el meter miedo a la gente, el follón y la foto. Son, al final, cuatro gatos, pero que tienen a elPuigidemón -el hijo del pastelero- y a su socio, el republicano Junqueras -el que pone el ojo donde pone la bala-, "agarraos" por los testículos. Y bien que saben aprovecharlo. Hasta acusan a los demás de "demófobos", a todos los que no hacen lo que a ellos les apetece que hicieran.