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miércoles, 19 de enero de 2022

De vetos, códigos y cuernos

Claro, claro que la princesa está triste. Y todos sabemos lo que le pasa a la princesa Cristina, la hermana del Rey. Su marido, Iñaqui Urdangarín, la traiciona. El cuñado del Rey no se corta y se pasea cogidito de la mano con una su amiga. El yerno del emérito se olvida de que fue duque de Palma, de que es padre  y de que está ligado, aunque de momento, a la familia real de España. El que fuera jugador de balón mano y se sacara en dos años -ya entonces bajo sospecha, porque su intelecto no se correspondía con esa heroicidad- una carrera de cinco, se ha puesto el mundo por montera y en cuanto consiga el Tercer Grado -que está próximo- parece dispuesto a recuperar el tiempo perdido en prisión, a causa del caso Nóos. Así que ya saben, medio país atento y el otro medio mirando, expectantes a ver qué sucede con el matrimonio, y dispuestos a que le regalen los oídos con la biografía de la que ha conquistado al galán Urdangarín, una joven de Vitoria, llamada Ainhoa Armentia, que es un coquito de lista e inteligente. Las revistas del corazón nos la irán presentando.

La princesa Cristina, por lo que se sabe, continúa trabajando para La Caixa, en Ginebra, en Suiza, acompañada por su hija pequeña. ¡Manda güevos! El jugador de balón mano, que llegó a codearse con las realezas europeas gracias a su esposa, pero que quiso trepar más alto que la luna con las estafas de Nóos, tras pasar varios años en prisión, es él el que rompe con su princesa, la que se obcecó en casarse con él, pese a las advertencia de La Zarzuela. La consideran allí más obstinada que una mula, y de esos polvos estos lodos. Cuestión de cuerno chamuscao.

Ahora que manda güevos también que tengan que ser  laPepé y los Cs los que denuncien el veto que ayer impuso La Moncloa a varios medios de comunicación para impedirles su asistencia a una reunión en la que el Gobierno de España explicaba el reparto de los fondos europeos. Sí señor, no fueron ni uno ni dos los medios vetados: ABC, Libertad Digital, El Mundo, La Razón, COPE, Onda Cero, The Objetive, Europa Press y Colpisa. Desde luego esto no es tan llamativo como el paseo de Urdangarin agarrado de la mano con una mujer que no es su esposa, sino la otra. Pero resulta de una gravedad tremenda para una democracia. Este veto no se le ocurre a ningún país europeo. Es, repito, muy grave, y el hecho no puede pasar inadvertido. Y grave es que sean los partidos políticos de la oposición los que denuncien el hecho, que no está mal, sino que la Asociación de la Prensa de Madrid -lugar donde se produce el hecho- y por extensión la Federación de las Asociaciones de la Prensa callen. Nos tienen acostumbrados a ello, habitualmente doblan la cerviz ante el poder, en este caso ante elBandido Prepotente.

Como es grave que laPescadera, alcaldesa de Barcelona, no dimita del cargo tras ser imputada por malversación, por repartir dinero público entre asociaciones de su cuerda. Se está saltando el código ético de los comunistas de su partido. Ahora, en la poltrona, se la sudan  a LaPescadera los códigos. Como se la suda a laPesoé en reunirse con los terroristas etarras en la sede de Bildu.