El lunes de la venganza

Este lunes lo recordaremos, sin duda, como el Día de la gran evasión o, si lo prefieren, como el Día de la gran invasión y como el principio de la reunificación separatista para preparar otro Golpe de Estado entre los del delincuente Yunqueras y el que se encuentra en busca y captura en Bruselas, elPuchi. La gran invasión con cerca de tres mil marroquíes entrando, invadiendo, España, como Pedro por su casa; algunos quieren tomarlo también como la gran evasión y huida del régimen marroquí. El caso es que los invasores del territorio nacional han podido llegar a Ceuta sin que la policía de Marruecos hiciera nada para impedirlo. Los centros de acogida no dan abasto y muchos de los migrantes vagan por la ciudad, tal cual si fuera de su propiedad.

Solo hay una explicación. El rey marroquí, que ya se las tiene juradas a elPrepotente por su desaire al no acudir a visitarlo cuando fue elegido presidente del gobierno de España, se está vengando por la acogida de nuestro gobierno socialdemócrata al líder saharaui contagiado de covid, que se recupera en un hospital de Logroño. La ministra de Exteriores española, sor Laya, no sabe ni qué hacer, ni sabe por dónde le vienen la lanzas. De todas formas, le da igual. Aunque está desbordada por los acontecimientos, como lo está también el ministro Marlaska, juez del caso Faisán. A este también se la suda, pero, no tiene ni repajolera idea de cómo plantarle cara al asunto. Solo reza para que la invasión no se produzca también con helicópteros.

A ver, a ver cómo lo resuelve elPrepotente. Se nos cuelan a cientos, a miles por la frontera, hasta familias enteras con abuelos y niños. Como digo, los centros de acogida no dan abasto, en un momento sanitario tan delicado como éste, en tiempos del coronavirus. Tampoco se atreve Marlaska a la devolución en caliente, pero, aunque así lo hiciera, no podría con más de trescientos menores de edad, a los que no se puede deportar. En fin, que nos invaden por orden del rey de Marruecos, que se está vengando, y bien, por la ineptitud del presidente de España, que ahora llamará a la unión y al patriotismo, que le servirá, a la vez, como cortina de humo de lo que se está fraguando en Cataluña y la desastrosa gestión sanitaria del virus y, por supuesto, desastroso desarrollo económico.

Los golpistas han llegado en esa comunidad autónoma a un acuerdo para formar gobierno, después de ni se sabe cuántos días después de las elecciones autonómicas. Así lo anunciaron quien será su presidente, Aragonés, y un representante de los de elPuchi, concretamente uno de los Jorges, golpista condenado por serlo, que nadie se explica qué coño hacía en la calle, en público, cuando tenía que estar en prisión. ¡Manda huevos!

Los de Junqueras han cedido ante los de elPuchi y han accedido a formar gobierno para que no se tuvieran que repetir las elecciones. Y puede que se llevaran un gran susto. Pero, no solo por eso. Han llegado a un acuerdo porque estaban en juego cientos de puestos de trabajo de políticos, muchos de ellos con sueldos de más de cien mil euros al año, que no los ganamos los demás en una tarde trabajo intensivo. Ahí están las claves del acuerdo, junto a la idea de crear una república e intentar un nuevo golpe de Estado. Los de elPuchi se llevan carteras importantes como las embajadas, economía y las cárceles. Junqueras, se lleva lo que le dan a uno cuando se baja los pantalones donde no debe.

Sin embargo, con todos esos antecedentes, elPrepotente quiere, y sigue en sus trece, indultar a los golpistas, que como los criminales etarras, ni se arrepienten ni piden perdón ¡Faltaría más! Este es el país donde el criminal siempre gana, aunque sea con la ayuda y colaboración del Gobierno. De hecho, fray Bailón, recién salido de la cocina con olor a aceite rancio y sebo, ya salió a recibirlos. Ni la ha piao desde que Sánchez le agradeció su ayuda para llegar al gobierno nombrándolo ministro de algo. Ya se ha apresurado fray Bailón a recordarles a los golpistas que ahí está la famosa mesa de negociación, la de la alta traición, para cuando quieran saber algo de él y de Sánchez, claro. O sea para cuando quieran preparar el Golpe de Estado, que si no es una manera que sea de otra.