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lunes, 1 de febrero de 2021

La burla de los chorizos al juez Marchena

Más de setecientos fallecidos en el fin de semana y casi ochenta mil contagiados a causa del coronavirus. Según el Gobierno, cincuenta mil fallecidos desde el comienzo de la pandemia y más de dos millones de contagiados. Según el INE, en su última estadística, más de ochenta mil muertos, pero las funerarias afirman que a estas alturas el número de fallecidos podría superar los ciento diez mil. ¡Desmoralizante! Y vamos a más a más. De lo de las vacunas, el remedio al mal, todavía no nos hemos enterrado bien si se van a seguir sirviendo, pero ya, por parte de las farmacéuticas y si nos van a dar muchas a la Unión Europea, pero después. Tampoco sabemos las que le corresponderán a España y dentro del país cuántas a cada comunidad.

Lo que parece vislumbrarse como cierto es que la AstraZeneca no se le va a inocular a los mayores de sesenta y cinco, porque no se sabe si para ese grupo de edad puede ser o no efectiva. No se han hecho pruebas en humanos de esa edad y lo lógico es no arriesgare. Está bien. Pero, a los mayores con sesenta y cuatro años sí se les administrará. Así se expresaba elEnterrador Simón, de quien se ha conocido, por fin, el sueldo, en cuanto que se marcho Illa, su mentor y protector. Unos siete mil euros al mes para Simón. Como para presentar la dimisión. Este tira de carretas si hace falta.

En fin, que lo importante es que se comience de nuevo con las vacunaciones -a cada grupo, la suya- y volvamos a coger ritmo. Que ya andan diciendo ministros del Gobierno que esto está "chupao", que para la Semana Santa todos en procesión, no se sabe si de vacaciones o a los hospitales o a los cementerios. ¡Más vale que Dios no coja "confesaos! Hasta el mismísimo elPrepotente, que está en las Alturas, también se ha mostrado optimista asegurando que dentro de unos meses todos "arreglaos". Eso mismo dijo al final de la primera ola, en la que él solito había vencido al virus y salvado la vida a cuatrocientos mil compatriotas, y que nos diéramos a la diversión y al gasto, cuando no a la bebida. 

Se lució el paisano. Dos olas, más, y a cada cual peor. Bien ha sabido retirarse y esconderse en eso de la cogobernanza con las comunidades autónomas, tras las cuales ha vivido parapetado estos meses, sin dar la cara. Solo cuando le ha interesado, claro, como ha sido en el día de hoy para inaugurar un nuevo tramo del AVE del Mediterráneo, concretamente el de Orihuela. Ahí sí que se ha dejado ver. Coñe, porque estamos en plena campaña electoral catalana. Así y todo, no se ha cortado un pelo y se ha hecho en helicóptero el viajecito hasta el levante español. ¡Un pelín le ha faltado para coger el Falcon, pero ya hubiera sido demasiado descarado!

Por cierto, como al parecer no tiene otra cosa más importante que hacer, está forzando el retraso todo lo posible para que la Fiscalía General del Estado no presente el recurso contra la puesta en libertad de los delincuentes y chorizos golpistas. No quiere enfadar a sus aliados, que lo pueden ser también en el futuro gobierno de la Generalidad catalana. Para ello se vale, como no podía ser de otra manera, de la exministra de Justicia, Dolores Delgado -la del exjuez Garzón, al que expulsaron de la carrera judicial por prevaricador-, a la que nombró Fiscala Generala de la Estada.

Así los golpistas -delincuentes y chorizos-, los nueve, están teniendo tiempo de participar a sus anchas en la campaña electoral del 14F. Estos ya se han apresurado a firmar un manifiesto conjunto, a través del cual vienen a decir que hay que unirse y buscar el momento oportuno para de nuevo intentar otro golpe de Estado. Este es el arrepentimiento de esos delincuentes para quienes el Gobierno socialcomunista ya estudia darles el indulto. Pero ni la Fiscalía se mueve y, por tanto, el Supremo tampoco. Campan, ya digo, los delincuentes a sus anchas, mientras la Generalidad se escojoncia del Supremo y del presidente de la Sala Segunda, que no es otro que el Marchena. Ahora que, amigo, donde las dan las toman. Aunque los perjudicados somos los ciudadanos.