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viernes, 8 de noviembre de 2019

De imbéciles y curas imbéciles

Lo que le faltaba ahora al ciudadano Rivera. A un tris de las elecciones, desautorizar -dicen los del partido que tan solo un poquito, o lo que es lo mismo, como en una embarazada, que solo lo está un poco o a medias- a su portavoz en la Comunidad de Madrid. Rivera se quiere separar o desvincular o como que no hubiera sucedido, de su propio partido, que apoyó en la comunidad madrileña votar a favor de la la proposición de Vox para instar al presidente del Gobierno a ilegalizar a los partidos independentistas que pusieran en peligro la unidad de España. ¡A buenas horas, mangas verdes! Pues está bueno el ciudadano, como para andar dando a entender que ni controla el partido.