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viernes, 5 de febrero de 2021

Sor Laya se arruga ante Rusia

Ya le vale a la ministra de los Exteriores, sor Laya, la respuesta que le ha dado a los rusos. Los de Putin la habrán recibido como el que oye llover, pensándose, más bien que la española estaba en maitines. Borrell, como diplomático viejo, que sabe más por viejo que por diplomático, se calló la boca en la rueda de prensa conjunta con el comunista de Exteriores. Borrell, al fin y al cabo estaba allí como representante de la Unión Europea para pedir la libertad del opositor Navalny; aunque, también si estaba allí era porque es español, ciudadano de un país de la Unión, si no de qué coños iba a estar allí. O sea, que porque hubiera realizado algún gesto como español no habría estado de más.

Pero, bueno, le dejó a sor Laya el espacio para que representara su papel como la jefa de la diplomacia española. No crean que se lució, ni mucho menos; más bien, su intervención ha dejado mucho que desear. Y eso que la respuesta se la habían puesto como se las dejaban a Felipe II. Sí que le ha recordado a Rusia que España está entre las 23 democracias más importantes del mundo -al menos de momento-, mientras que Rusia se pierde por allá por el puesto 167, o más. O más.

Sor Laya lo tenía muy fácil, pero, claro, estos socialcomunistas son en su gran mayoría unos verdaderos iletrados. Sencillamente, a la comparación que hizo el ruso del opositor Navaldy con los presos golpistas españoles, se le puede responder que no tiene repajolera idea de lo que se cuece, vamos que confunde el culo con las témporas y la velocidad con el tocino; ahondando un poco más, que no distingue las churras de las merinas. ¡El ruso iba a flipar que no veas, tú! Porque a palabras necias, respuestas absurdas, pero inteligentes. No confundamos.

Lo que no se le puede responder es que España "no tiene presos políticos, sino políticos presos".¡Santo Dios, sor Laya, en qué estaba pensando! Los golpistas catalanes son unos verdaderos delincuentes, que por eso fueron juzgados y condenados con todas las garantías por el Tribunal Supremo. En lenguaje más llano: son unos verdaderos chorizos. ¡De políticos, nada! Aprovecharon sus cargos políticos para delinquir y además de atentar contra el Estado nos robaron la pasta. Chorizos y malversadores de los dineros públicos. Así que de políticos presos nada. No existe la profesión de político; existe el ejercicio de la política, en la que se puede estar un tiempo y otro tiempo no. Por desgracia, en este nuestro país sí que son muchos los que de la política quieren hacer una profesión, y a ser posible forrarse mientras tanto. 

Tampoco fue clara sor Laya en lo que se refiere a que los delincuentes golpistas y chorizos pueden realizar campaña política por las calles en total libertad. Eso no se lo quedó claro, ya digo; es más mintió, porque los golpistas catalanes desarrollan una campaña política, porque sus amigos de la Generalidad les han regalado el Tercer Grado, contraviniendo al Tribunal Supremo. Y es el Gobierno socialcomunista, elPrepotente y su socio el payaso comunista, quien está impidiendo que la Fiscalía recurra la orden de la Generalidad catalana. Está elPrepotente pagando las deudas que tiene con los golpistas, que lo apoyaron en su investidura.

Así que, muy mal, muy mal, por sor Laya. ¡Con lo fácil que lo tenía para haberse lucido! Pero, claro, tampoco quería molestar al payaso comunista y cabezón, elViceDos, el de Galapagar, socio en el Gobierno. Con este y su señora compañera, la excajera de supemercado, no se atreven los socialistas del Gobierno. ¡Menudo par de dos! Utilizan los servicios del partido -mucho los jurídicos- para sus propios asuntos. 

Desde dentro del partido han acusado al comunista de quedarse con dinero de costas judiciales, de apropiarse de la tarjeta del teléfono de Dina, de turbiedades en la edificación de la sede. En fin, que no poco satisfechos, la ministra de Igualdada, Irena Montera, se agenció a una militante del partido como niñera -pagada por el partido-, a la que luego a elevado a los altares en el ministerio con más de cincuenta mil euros anuales. La pobre ministra -que vive en el casoplón de Galapagar- ha acondicionado un despacho al lado del suyo en el ministerio para que disfrute, a modo de guardería su hija, mientras ella idea cosas estupendas. Es lo que se dice: no sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió.