Y llegó lo que tenía que venir. Los chorizos etarras y los peneuvistas -los que siempre traicionan-, como se empeñan en asegurar que Navarra es parte de las provincias vascongadas, pues se quieren hacer los dueños de la misma y pretenden pasar por encima y por debajo de los pamplonicas. O sea, que la volvieron a armar a golpes, a codazos y hasta a mordiscos. De todo se valieron los proetarras e independistas vascos para intentar colocar una bandera vasca en el ayuntamiento de Pamplona en la inauguración de las fiestas de San Fermín.