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Vaya, hombre, se nos cayó el emérito. ¡Un tropezón lo tiene cualquiera! Afortunadamente, al menos por lo que nos cuentan, no pasó del susto. Ansias de abuelo por ver jugar a su nieto, el hijo de Urdangarín, cuyo equipo andaba por la zona, casualmente. No descarten la alegría de los acérrimos enemigos por la caída de Su Majestad, ya saben los despreciables comunistas y los no menos impresentables delincuentes golpistas catalanes. Pues, para ellos ajo y cebolla, que dice el dicho, y como regalo una mierda pinchada en un palo, para que les aproveche como aperitivo.
Vamos que el personal, salvo en casos puntuales como los citados, está viendo con normalidad la visita a su país del emérito, visita que bien podría haber aprovechado para buscarse un cómodo apartamento y quedarse a vivir aquí. No tiene nada que ocultar ni procedimiento penal alguno abierto en algún tribunal. El problema comenzará el lunes, cuando viaje a Madrid para entrevistarse con su hijo, el rey de España, Felipe VI. Parece que en Zarzuela no están muy satisfechos por cómo se va a desarrollando la visita del padre del rey, del que esperaban una mayor discreción. Y tampoco es eso. Ha sido lo más lógico, si se quiere, porque no deja de haber sido el rey del país, ausente del mismo desde hace casi dos años, pero de manera voluntaria. Los hay que huyeron de la Justica como miserables escondidos en el capó de un coche.
Ya veremos lo que sucede el lunes entre padre e hijo, cómo se desarrollarán los acontecimientos y qué sucede con elBandido Prepotente, que tampoco está nada contento con el regreso, aunque sea de visita, del rey emérito. A decir verdad, elBandido no está contento ni con el uno ni con el otro, porque, en realidad, lo que a él le gustaría es ser rey. ¡Menudo narciso analfabeto!
También el lunes tendremos más novedades sobre al aumento o estacionamiento de casos de la viruela del mono ese. Mucho nos tememos que va a ir en aumento, como desde un primer momento predijeron prestigiosos científicos, entre los que se encuentran nuestra preferida, y que pocas veces falla en sus predicciones, la viróloga Margarita del Val, que, una vez más no es que haya acertado, sino que como científica ha estudiado las enfermedades y puede predecir científicamente su evolución.
El que no sabe nada de nada, es elEnterrador Simón, que ya anda diciendo imbecilidades por ahí. No se puede esperar otra cosa de un iletrado, que ni tan siquiera es doctor y mucho menos científico ni virólogo. Es un chuleta, figurón, un fantasma que debería estar en la cárcel o cuando menos perdido y olvidado del mundo. Es un cara dura, que como al principio de la pandemia del covid-19 engañó a todos en España sin asumir ninguna responsabilidad y quien se la tuvo que pedir -elBandido Prepotente narciso- no solo no lo ha hecho sino que lo mantiene en el cargo.