Menos mal que para eso está el Estado, para acoger sus huesos. Tras los últimos viajecitos que se vienen pegando, también a nuestra cuenta, el mayor de los mafiosos pujjjoles, Junior, podrá descansar tranquilo durante el puente festivo en Soto del Real. Podrá pasearse con Granados e Ignacio González y su hermano, e incluso cambiar impresiones para futuros negocios. Los viejos chorizos nunca mueren. Podrán aprovechar el "puente aéreo", pero si el peso es mucho y las bolsas de basura como equipaje escaman en el control de la T4, siempre queda el AVE, que con lo del cincuenta aniversario sale a veinticinco euros por barba. Y menudo ahorro.