Estaba laPescadera escondida tras los visillos y, cuando los vio pasar, decidió que si en la "manifa" del ocho de octubre le dijo a los de la Guardia Urbana que trescientos cincuenta mil manifestantes, en esta ocasión -¡que se jodan!- les vamos a poner cincuenta mil menos. Estaba la podemita soportando sus propios efluvios que le venían de abajo, casi, casi que como olor a pescado. Porque si en la anterior manifestación había un millón de personas, en esta ocasión todavía lo superaban; pero, lo más importante es que laPescadera y los otros golpistas se están enterando de que no están solos. Por si no lo sabían, dos tazas bien colmadas.