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miércoles, 26 de mayo de 2021

Apóstoles de la mafia golpista

No se crean, no, que hasta que no se ha hecho pública la posición del Supremo sobre los indultos a los delincuente golpistas, surgían dudas sobre la definición-postura de los jueces, más teniendo en cuenta el acoso y derribo que mantiene a la Justicia, en general, el gobierno socialcomunista y, en particular, sobre los jueces que se tenían que pronunciar. Es tal la prepotencia del presidente del Gobierno que emprendió rauda y dura campaña de acojonamiento para que el pronunciamiento de la Justicia fuera en favor de sus tesis, en favor de los delincuentes -que no políticos, sino delincuentes- que intentaron resquebrajar la unidad de España e imponer su voluntad a más de la mitad de los catalanes que se sienten, y porque lo son, españoles.

Menos mal que el presidente del tribunal que los juzgó, Marchena, ha dejado de estar en Babia, en donde se metió desde el momento que consideró el golpe de Estado como una ensoñación de sus protagonistas. ¡Leches, una ensoñación! Vamos, que si nos descuidamos nos la meten doblada estos delincuentes de pacotilla, miserables ladrones. Así y todo, están robando todo lo que les da la gana, porque continúan utilizando el dinero público para sus ensoñaciones

El nuevo gobierno autonómico y el anterior y el anterior a este. Desde la banda criminal de la familia de los Pujjjol, pasando por Arturo Más, el neandertal Torra y el Aragonés actual todos están utilizando dinero público para sus fines partidistas; en una palabra: roban. Sí los independentistas catalanes nos roban a los españoles. Como ejemplo, bien descubierto, bien descarado, las embajadas que tienen por el mundo, y que van e irán en aumento. Pero, para más conocimiento de la causa lo podemos encontrar en el libro La telaraña, donde su autor, Juan Pablo Cardenal, hace un viaje por la telaraña que se tienen montada los golpistas en el manejo del dinero público. Es de mareo, de alucine. No se lo pierdan. La mafia calabresa, unos aficionados a su lado.

Sin embargo, elPrepotente presidente del Gobierno de España, lejos de meter mano y acabar con la telaraña tejida por los independentistas y golpistas catalanes, quiere, está empeñado, salvar de la cárcel a los golpistas. No dejan de ser sus respectivos partidos parte de los pilares que lo sostienen en La Moncloa, junto a independentistas vascos -los que siempre traicionan- y terroristas etarras, sin olvidar, por supuesto, a los comunistas del payaso comunista. 

Tiene, además, la cara elPrepotente, de exigir a la oposición, a laPepé de Casado, que se comporte como un partido de Estado y lo apoye en esta que será la concesión de indultos, en la alta traición que prepara contra España. Se lo exige Sánchez a Casado, porque él apoyó la aplicación del 155 en Cataluña cuando gobernaba Rajoy. ¡Santo dios! Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino; además, el suyo fue un apoyo que se desplomaba con el viento de un silbido. Fue elPrepotente, quien, para quedar bien con el auditorio -ahí están las hemerotecas y las grabaciones-, pidió que las penas que el Supremo imponía a los golpistas se cumplieran en su integridad. Eso decía.

Pues, ya sabe elPrepotente que los fiscales están en contra del indulto, que la Abogacía del Estado no se pronuncia sobre ello y que los jueces lo están quedando en ridículo. Pero, hay un malestar en la ciudadanía, un regusto de mala leche, contra esta intención de Sánchez, de concederles la libertad a los delincuentes golpistas. El personal se está hartando de tanto ordeno y mando, aprovechando una situación especial y crítica como es la de la pandemia. No se puede conceder un indulto a nadie que no se arrepiente del hecho por el que ha sido condenado. Los golpistas no se han arrepentido, ni antes ni ahora, como los asesinos etarras. De hecho, ya están preparando el próximo Golpe. Ya lo dijeron en la misma sala del juicio y lo reiteran diariamente.

Por si fuera poco, el nuevo presidente de la Generalidad -por cierto, que no es el 132, como nos quieren hacer los de la teuve pública, analfabetos de la Historia-, el Aragonés, le está pidiendo, exigiendo a Sánchez la amnistía para los doce delincuentes golpistas y, además, un referéndum para la independencia. Estos planteamientos tiene ya el independentista para exponerlos en la Mesa de diálogo, en la Mesa de la Alta Traición. A Sánchez le da igual lo que piense el pueblo español y concederá el indulto, como plagió su tesis doctoral. Que le da igual.