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sábado, 22 de agosto de 2020

Sánchez, elAplaudido

¡Quietos todos, "paraos"! Sánchez regresó de vacaciones para no hacer nada. A esperar a verlas venir, como Pilatos, lavándose las manos, ante el aumento más que preocupante de contagios masivos por el coronavirus. Esto ya no es una mera subida suave, que diría elEnterrador Simón. Esto es el caos, que dice cualquier persona con sentido común. Está todo manga por hombro. Y unos por otros, la casa por barrer. Cada autonomía va por su lado, que no saben ni cuál es, y el Gobierno -panda de vagos y maleantes- no ha preparado la alternativa, el "Plan B", que había prometido elaborar, por si esto se ponía feo, para no declarar estados de Alarma y no volver a encerrarnos.

Sánchez ha vuelto contento de Doñana, porque, pese a no haber trabajado sobre la alternativa "B", ha dado órdenes explícitas para que un palomar de Doñana sea transformado en garita de vigilancia. Será con vistas al verano de 2021, cuando, seguro que ya lo tiene previsto, vuelva allí de vacaciones. Sánchez se cura en salud, no como su ViceDos, el payaso comunista Jócker, que pasa sus vacaciones en cualquier refugio comunista y, al menor revés, se las pira a esconderse en su casoplón.

O sea que Sánchez dijo que se iba de vacaciones -no se las podía hurtar a la su Begoñita- y se fue, con los deberes sin hacer, mientras el país se "desmorona". Además de no tener una alternativa para lo que pueda venir -que ya está llegando-, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, dependiente del ministerio e Sanidad, ha informado de que las existencias de Remdesivir, que es el único medicamento autorizado contra el virus, se va a agotar temporalmente por el aumento de casos. Quizá para la próxima semana, a mediados, se reciban nuevos lotes, como debería ser. Pero, ojo al loro, y después de las experiencias con productos sanitarios -mascarillas, respiradores, etc.- durante el confinamiento, no haya alguien más listo, diligente y avispado que las barra para su casa.

Bueno, si acaso, nos podemos conformar con el Plan que Sánchez elaboró, o le elaboraron los equipos técnicos y científicos, es decir nadie. El "Plan Antibrotes", que parece que Sánchez tenía preparado por si la pandemia se recrudecía. Puede que para entonces, si en realidad existía ese Plan, pudiera ser efectivo, pero es que ahora los contagios son superiores, así como veinte veces más. Para que se aprecie la cantidad, en números redondos, desde que Sánchez se fue de vacaciones la cifra de contagiados ya se cifra en más de ochenta mil. ¡Casi nada!

España cuenta en estos momentos con el mayor número de contagiados de la Unión Europea, y, aunque en ningún país andan como para tirar cohetes, sí que estos nos miran como apestados -de hecho, en muchos de ellos se obliga a la cuarentena obligatoria a todas las personas procedentes de España-. Al menos en esos países sus dirigentes, muchos de ellos, no han tenido vacaciones y se han dirigido a sus conciudadanos a través de los medios de comunicación. Aquí, ni eso. Sánchez es incapaz de dialogar con las autonomías y ejercer, si así se estima, el mando único, no solo porque sea necesario, sino porque, en situaciones excepcionales -y esta puede ser una e ellas- se lo obliga la Ley. Pero, a lo que se ve está esperando a que todo evolucione para mal y actuar entonces -que ya veríamos cómo- para que el aplauso de sus acólitos sea más estruendoso y dure más tiempo en el Congreso, aunque algunos no lo puedan contar.