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sábado, 18 de septiembre de 2021

Los hijos de puta atacaron a las víctimas

Sí, sí, así era el titular no visto en la jornada anterior: Un presidente loco y unos hijos de puta. Sin nada que objetar: lo primero, referido a elPrepotente por parte de Rosa Díez -y chulo- y lo segundo dirigido por Abascal a los que organizan homenajes a los asesinos etarras. Y llegó el día del gran homenaje al asesino Parot y los organizadores decidieron trasladarlo a las plazas de las provincias vascas y de Pamplona. Las víctimas se reunieron en Mondragón. Se juntaron para que no se olvide a las víctimas y para que no se permitan los homenajes a los terroristas. Desde luego, reprochaban las actuaciones pasivas de los gobiernos de España, el del socialcomunista de Sánchez, y el independentista de laPaeneUve, de Urcuyu.

También denunciaban la actuación de los jueces, de la Audiencia Nacional, y de la Fiscalía. ¡De quién dependen los fiscales. Pues, eso! Y resultaba evidente y denunciable que lo único que pretenden los terroristas de la banda asesina ETA es blanquearse, hacerse las víctimas y que las verdaderas víctimas aparezcan como los culpables. Culpables de nada, de ser víctimas sin haberlo querido. A esto colaboran los gobiernos de la nación, el vasco, los jueces y los fiscales. ¡Nadie podría pensar jamás que un terrorista como elGordo, Otegggi. pudiera ser tan considerado y tener tantas amistades. Pero, claro, los votos de los etarras en el Congreso sirven para mantener a elPrepotente en La Moncloa.

Bueno, pues gracias a toda la presión social a la que se han visto sometidos los hijos de puta estos decidieron trasladar su petición de anulación de cadena perpetua para los presos etarras, suspendiendo la manifestación de treinta y un kilómetros, tantos como los años que el asesino Parot lleva en prisión. Solo les faltó hacer que la marcha fuera de treinta y nueve kilómetros, tantos como personas asesinó el argelino francés, metido a terrorista etarra. Sí cambiaron los etarras la idea inicial de la marcha, pero allí estuvieron, en Mondragón, para arremeter contra las víctimas y sus acompañantes, entre ellos el líder de Vox, Abascal. Los miserables etarras les lanzaron piedras y llaves inglesas. Pero la policía vasca ni identificó ni detuvo a nadie. De vergüenza, como viene siendo habitual.

Como de vergüenza han resultado los dos macrobotellones celebrados en las dos capitales más importantes del país: Madrid y Barcelona. Más de veinticinco mil personas se dieron cita en la Ciudad Universitaria de la Complutense, en las inmediaciones de la Facultad de Derecho. Además de no llevar mascarilla ni guardar una distancia prudente entre los participantes, se produjeron peleas y el espacio quedó como un verdadero basurero. Otro tanto ocurrió en el botellón de Barcelona, en la Universidad Autónoma, en donde se congregaron más de ocho mil jóvenes. En ninguno de los dos intervino la policía. En ninguno de los dos hubo identificados ni detenidos. Abierto está, pues, el camino hacia la Sexta Ola.